Autoridades revelaron hoy que había una gran cantidad de municiones en el auto del intruso que el viernes pasado logró colarse a la Casa Blanca.

En una audiencia judicial, el fiscal David Mudd aseveró que el acusado, Omar J. González, constituía un peligro para el presidente.

Dijo que unas 800 balas y otras municiones fueron halladas durante el registro del vehículo de González.

El veterano de la guerra de Irak saltó el viernes una cerca y llegó muy cerca de la entrada principal de la Casa Blanca antes de ser detenido por agentes del Servicio Secreto.

González, de 42 años, fue arrestado el viernes y se espera que sea presentado el lunes en un tribunal federal para enfrentar cargos por ingresar ilegalmente a un edificio o terreno restringido con un arma letal o un arma peligrosa.

Jerry Murphy, cuya madre estuvo casada con González durante varios años, ya había advertido que González, quien supuestamente padece trastorno por estrés postraumático (TEPT) y que necesita tratamiento, "tiene artillería pesada, todo tipo de armas y está entrenado para usarlas".

El Servicio Secreto ha sido criticado fuertemente desde la bochornosa falla de seguridad, que ocurrió cuando el presidente y su familia no estaban en la Casa Blanca.

La noticia del intruso que logró llegar hasta la residencia presidencial encendió las alarmas y despertó desconfianza por la seguridad en uno de los edificios más resguardados del mundo. Por su parte, el presidente Barack Obama trató de aliviar las preocupaciones sobre si el Servicio Secreto sigue siendo apto para protegerlo a él y su familia.

 ae