BAGDAD (Agencias).— El avance de las milicias armadas del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el norte de Irak, que ayer se hicieron del control de la represa de Mosul y capturaron el yacimiento de Ain Zalah, que se suma a otros cuatro campos y tres ciudades bajo su mando, provocó la huida de más de 200 mil personas, según cifras divulgadas ayer por la misión de Naciones Unidas en Irak (Unami).

La gran mayoría de los que escapan de las milicias islamistas y buscan protección en regiones de la autonomía kurda pertenecen a la minoría religiosa del yazidismo, aseguró Unami. En el norte de Irak se vive una “tragedia humanitaria”, según el informe del encargado de la ONU, Nikolai Mladenov.

“Las bandas terroristas del Estado Islámico han tomado el control de la represa de Mosul tras la retirada de las fuerzas kurdas sin que se produjera un combate”, dijo la televisión estatal iraquí.

Sin embargo, el ministerio iraquí de recursos hídricos desmintió la toma de la represa y aseguró que su gestión continúa con normalidad, informó la página de noticias Al Sumeria.

Un funcionario de Northern Oil Company confirmó que los combatientes del EI habían tomado el control del campo petrolero Ain Zalah y una refinería cercana.

“Los armados nos están matando sin misericordia”, dijo uno de los afectados a la agencia DPA, vecino de la localidad de Sinjar, unos 115 kilómetros al oeste de Mosul. “He visto que los armados se lleva a la gente, es algo muy preocupante, temo que los vayan a liquidar”, agregó.

A comienzos de junio, los extremistas tomaron bajo su control la ciudad de Mosul.