CARACAS (DPA).— Una delegación de la Cámara Venezolana de Periódicos (CVP) se reunió ayer con la Comisión de Medios de la Asamblea Nacional (Congreso) para buscar salidas a la crisis planteada por la escasez de papel para las rotativas, que tiene a los diarios al borde del cierre.

La portavoz de la CVP, Joselyn Rodríguez, dijo que el Estado debe ayudar a la solución del problema, ya que está ocasionado por la falta de divisas para importar el insumo, dentro de un control de cambios con 11 años de vigencia.

Rodríguez se reunió con diputados de la Comisión de Medios para plantearles la situación crítica y buscar apoyo para encontrar una solución.

El diputado oficialista Earle Herrera admitió que la situación es delicada, pero denunció que algunos periódicos revenden el papel que importan. “Algunos empresarios de periódicos obtienen más vendiendo papel que vendiendo periódicos”, aseveró.

Rodríguez dijo que los periódicos necesitan tener en sus depósitos papel para cuatro meses. “Se están tardando 155 días en la aprobación de cada uno de los procesos (para importar). Eso significa cuatro meses y es mucho tiempo para los periódicos medianos y pequeños que nos hemos quedado sin importadores de papel”, recalcó.

Agregó que la mayor preocupación es por las operaciones de diarios pequeños y medianos, cuyos inventarios están llegando a puntos críticos.

Los diarios más grandes solicitan las divisas en las oficinas que administran el control de cambios y los más pequeños buscan suministros de importadores privados.

“Lo que pasaba con los importadores nacionales era que nosotros podíamos manejar financieramente el inventario de un mes y no teníamos que tener en almacenes dos o cuatro meses de papel porque eso significaba una inversión importante dentro del flujo de caja”, explicó Rodríguez.

Diarios como El Nacional están trabajando con inventarios para un mes, mientras que El Impulso y El Carabobeño enfrentan una situación crítica, por lo que recortaron sus ediciones de cuatro secciones a dos.

Los periodistas salieron el martes a la calles con sus gremios para exigir la aprobación de los dólares para importar papel. “Sin papel no hay periódicos”, decían las pancartas, y alertaban sobre el peligro que corre el derecho al trabajo.