CARACAS.— La escasez de papel provocada por el gobierno de Nicolás Maduro forma parte de su política manifiesta destinada a acabar con la prensa independiente en Venezuela, denunció ayer el periodista y publicista Rogelio Díaz. De acuerdo con el diario El Nacional, nueve rotativos en el interior del país cerraron por falta de insumos, seis tienen inventarios reducidos y podrán circular hasta febrero, incluyendo el propio Nacional y El Universal.

Según el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (Ipys), al menos 21 medios impresos en nueve estados venezolanos tienen dificultades para adquirir papel periódico. Desde septiembre, nueve han dejado de circular por la misma razón.

“Esta falta de papel, originada por el no otorgamiento de dólares preferenciales a los editores independientes, obligará al cierre de muchos medios impresos”, aseguró Díaz, vocero del Bloque de Prensa Regional de Venezuela (BPRV), a Notimex.

Díaz destacó que ya muchos periódicos del oriente y occidente del país sufrieron las consecuencias de esta retaliación, como El Impulso, El Diario de Sucre, La Hora, La Verdad, Antorcha y el Sol de Maturín, que dejaron de operar sus rotativas.

Añadió que esta escalada contra medios de independientes es el camino más expedito que el régimen ha encontrado para tratar de imponer su hegemonía comunicacional, “donde su voz y su verdad sean lo único que se difunda en el territorio nacional”. “Esta guerra no es nueva, se inició con el cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV), la confiscación de 32 emisoras independientes y la compra del canal opositor Globovisión y el conglomerado privado de medios más grande del país, Cadena Capriles”, afirmó.

Recalcó que el gobierno quiere eludir su responsabilidad en esta escasez de papel provocada, cuando lo cierto es que a la industria periodística se le limita el acceso a los dólares oficiales que el gobierno asigna para las importaciones de insumos. “Hace meses no entra una bobina de papel al país y los periódicos atraviesan grandes dificultades para hacerse del insumo. El gobierno contribuyó a esas dificultades, desde que en 2012 retiró el papel imprenta de la lista de bienes de importación prioritaria”.

Explicó que para importar papel de prensa es necesaria la obtención de un certificado de no producción nacional, que emite el propio gobierno con reiteradas tardanzas. Según Díaz, “estos retrasos burocráticos son aún mayores cuando se trata de editores de tendencia opositora al régimen”. La consecuencia, a largo plazo, subrayó, es que en Venezuela dejen de existir los “medios de información independientes”.

Apenas el viernes, el diario El Nacional publicó en su portada una carta dirigida al presidente Nicolás Maduro, solicitándole que autorice la liquidación de divisas necesarias para la compra de papel de prensa.

El presidente y editor del diario, Miguel Henrique Otero, señaló que la compañía ha cumplido con todos los requisitos que marca la ley para poder obtener los más de 3.8 millones de dólares que necesita para comprar papel destinado tanto al diario como a las revistas del grupo, a pesar de lo cual, no ha habido respuesta por parte del gobierno.

Ayer, el rotativo, citando un reporte de Espacio Público, una ONG, mostró el alcance de la crisis de papel que ha golpeado particularmente a periódicos locales, pero de la que no han escapado los diarios de circulación nacional: El Nacional tiene papel hasta el 14 de febrero, El Universal hasta el 28 de febrero aproximadamente, y El Nuevo País llegará al 16 de febrero. En el ámbito regional, El Correo del Caroní Bolívar podría dejar de editarse desde el 27 de enero y el Correo del Orinoco el 24 de enero.

En total, de acuerdo con el Ipys, una organización civil, 21 medios impresos en 9 estados del país tienen problemas para adquirir papel y otros insumos como tinta, películas y planchas. Al menos 14 medios han disminuido su paginación y eliminado sus suplementos y revistas de los fines de semana. Caracas, Monagas y Ciudad Guayana son los estados que tienen el mayor número de medios afectados por la falta productos para imprimir.