Un día después de que el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro denunciara que las manifestaciones estudiantiles obedecen a intentos golpistas, ayer miles de jóvenes volvieron a ganar las calles de Caracas y de otras ciudades del país en protestas contra el régimen.

El corredor Altamira y varias autopistas que circundan la capital venezolana se encontraban anoche cerradas al tránsito por los manifestantes, al tiempo que en horas de la tarde, miles de estudiantes marcharon hacia la delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) para reclamar por los muertos, los heridos y los casi 90 detenidos que aún se alojan en dependencias policiales, tras la violenta jornada del miércoles.

Las nuevas protestas estuvieron acompañadas por sendos llamados del Alto Comisionado para la Paz de las Naciones Unidas y de la Conferencia Episcopal venezolana. La ONU reclamó que se enjuicie a los responsables de la masacre del miércoles. “Los autores de estas muertes deben ser enjuiciados y sancionados con las penas adecuadas”, según el alto comisionado, Ropert Coluille, desde Ginebra.

Por su parte, Monseñor Diego Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal, reclamó en un comunicado que se deje de amedrentar a la disidencia y cuestionó que se deje “armados a algunos grupos mientras se habla de desarme”.

“Los grupos violentos deben ser desarmados y controlados por la autoridad policial. Exigimos una exhaustiva investigación y el castigo a los culpables en el marco de la Constitución”, añadió.

Las protestas se produjeron al tiempo que el presidente Maduro lanzaba el plan de pacificación nacional anunciado en enero pasado para combatir la inseguridad que aumenta en todo el país. El mandatario dijo tener identificadas a 600 bandas criminales en el país, a las que propuso desarmarse e incorporarse al trabajo productivo.

“Hoy Día del Amor y la Amistad lanzamos este plan para construir la paz y la convivencia”, expresó.

En tanto, Estados Unidos expresó su “profunda” preocupación por el aumento de las tensiones en Venezuela y la orden de arresto contra el líder opositor Leopoldo López. La Alta Representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Catherine Ashton, también expresó su preocupación y pidió a las partes un “diálogo pacífico”.

El conservador Partido Acción Nacional (PAN) de México condenó la violencia contra manifestantes en Venezuela, mientras que el presidente del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, instó a la Cancillería mexicana a pedir “más información” a Venezuela sobre los supuestos planes de desestabilización venezolana urdidos en México. (Con información de agencias)