KIEV/MOSCÚ (Agencias).— El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, se trasladó ayer al puerto de Mariupol, una ciudad estratégica en el mar de Azov que ha sido escenario de recientes combates, mientras el país vive un frágil cese del fuego entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas prorrusos.

“Mariupol es Ucrania. No lo abandonaremos jamás”, escribió Poroshenko en su cuenta de Twitter. “Haremos todo lo posible para mantener la paz, pero nos prepararemos para la defensa de nuestro país”, agregó.

Mariupol fue en los últimos días el centro de los combates. Antes de la tregua, las tropas del gobierno reforzaron allí sus posiciones. El mandatario informó que los prorrusos liberaron a 1,200 prisioneros ucranianos en los últimos cuatro días.

Pese a la tregua, el este ucraniano volvió a ser escenario de violaciones del alto el fuego y de disparos de artillería, aunque se desconoce si hubo víctimas, informaron residentes de las ciudades de Donetsk y Mariupol.

Una maniobra militar conjunta en el Mar Negro entre Ucrania y Estados Unidos también generó nuevas tensiones. Rusia criticó los ejercicios cerca de su frontera y los calificó de “inadecuados”.

También la Organización para la Seguridad y la Cooperación (OSCE) dijo que la tregua es frágil. Pero el portavoz ruso ante la OSCE, Andrei Kelin, advirtió de no sobrevalorar este tipo de violaciones de lo pactado.

Rusia alerta de represalias

Rusia, en tanto, amenazó con tomar amplias medidas de represalia en caso de que la Unión Europea (UE) aumente las sanciones en contra del país.

Entre las posibilidades que se barajan en Rusia está la de prohibir que aerolíneas occidentales sobrevuelen territorio ruso, dijo en Moscú el primer ministro Dmitri Medvedev al diario Vedomosti.

Medvedev aseguró que Rusia no quiere llegar a tener que tomar una decisión de este tipo.

Por su parte, el presidente del Consejo de la UE, Herman van Rompuy, declaró que “la entrada en vigor (de las sanciones) tendrá lugar en los próximos días. Eso nos dará tiempo para confirmar la implementación del acuerdo de cese del fuego (en Ucrania) y el plan de paz”.

Tras arduos debates, los embajadores de la UE lograron acordar el viernes un paquete de sanciones que prevé mayores restricciones económicas a Rusia, el bloqueo de cuentas bancarias y la prohibición de viajar a unas 20 personas, entre ellas separatistas ucranianos y líderes de la política y la economía rusa.

Ayer mismo, el primer ministro de Finlandia, Alexander Stubb, advirtió que si bien ya se habían acordado las sanciones aún se estaba debatiendo sobre los plazos en los que se aplicarían.

Según círculos diplomáticos, Finlandia no fue el único país en presentar reparos contra una aplicación inmediata de las sanciones.