KIEV (Agencias).— Ucrania movilizó a sus reservistas y ordenó ayer mantener en alerta de combate a las unidades militares, en respuesta a la intervención militar rusa en Crimea. En tanto, el secretario de Estado de EU dijo que todas las medidas están sobre la mesa y que se irá hasta donde sea necesario para aislar a Rusia.

De hecho, el Grupo de los Siete decidió suspender los preparativos para la cumbre de junio del Grupo de los Ocho (G8) en la localidad rusa de Sochi, según una declaración conjunta difundida anoche por la Casa Blanca en Washington.

El secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania (CDSN), Andrei Parubi, compareció ante la prensa en la Rada Suprema (Parlamento), donde precisó que la llamada a los reservistas sólo afectará a quienes el Ministerio de Defensa considere necesarios, en tanto indicó que ha ordenado crear un Estado Mayor operativo (gabinete de crisis) encabezado por él mismo y que incluya a los representantes de los órganos centrales del poder en Ucrania para reaccionar a la situación en Crimea.

Añadió que se ha dado instrucciones para que el Consejo de Ministros asigne todos los recursos necesarios para defender a los ciudadanos y la unidad territorial de Ucrania.

Por su parte, el presidente interino Alexandr Turchinov denunció que “tropas rusas bloquean unidades militares ucranianas” en la república autónoma de Crimea y anunció el cierre del espacio aéreo del país a vuelos no comerciales. “Si se produce un ataque de las tropas rusas, ello será considerado una agresión”, dijo Turchinov en una comparecencia ante la prensa.

“El mando ruso en la tropas en Crimea lanzó un ultimátum a las fuerza ucranianas para que antes de las 03:00 GMT de hoy (ayer) entregaran sus armas y abandonaran sus unidades, aunque no se acató el ultimátum no hubo asalto. La situación sigue tensa”, dijo Turchinov

El primer ministro, Arseni Yatseniuk, recalcó que Rusia “no tiene derecho para una operación militar en Ucrania... Estamos al borde de un desastre... Esta no es una amenaza es en realidad una declaración de guerra a mi país”.

En Kiev, cientos se manifestaron contra la movilización rusa en Crimea. “¡Apóyanos Estados Unidos!”, gritaba un puñado de manifestantes frente a la embajada estadounidense en Kiev. Un joven tenía un cartel que decía: “¡No a la agresión rusa!”.

Soldados no identificados llegaron a la base militar de Perevalne en Crimea en un convoy de por lo menos 13 camiones y cuatro vehículos blindados con ametralladoras. Los camiones llevaban 30 soldados cada uno y tenían placas rusas.

Una decena de soldados ucranianos colocaron un tanque a la entrada de la base, lo que provocó momentos de gran tensión.

Con todo, se reportó que la situación era tranquila en Crimea. Tras un cierre temporal del espacio aéreo, el aeropuerto de Simferopol volvió a funcionar. El consulado ruso en Crimea emitió ayer pasaportes para los militares ucranianos que se pasaban a las filas pro-rusas de la nueva cúpula regional, según informaron medios rusos.

Ucrania abrió un caso de traición contra el jefe de su Marina, Denis Berezovsky, quien entregó sus cuarteles generales ayer en el puerto de Sebastopol, mientras juraba lealtad a los líderes pro rusos de Crimea.

En Moscú, al menos 10 mil personas marcharon para apoyar la invasión a Ucrania, mientras la policía antimotines detenía rápidamente a decenas de personas que se manifestaban en la Plaza Roja contra la intervención en Crimea. The Associated Press fue testigo de más de 50 detenciones y observó alejarse de la plaza al menos cinco vehículos de la policía, con entre 15 y 20 manifestantes.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habló con líderes de Reino Unido, Alemania y Polonia, quienes expresaron su “grave preocupación” por la intromisión de Rusia en Ucrania, que calificaron como una amenaza a la paz y a la seguridad internacional. Según la Casa Blanca, los líderes “enfatizaron la necesidad de un diálogo entre Ucrania y Rusia que comience inmediatamente con la mediación internacional adecuada”,

El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, afirmó ayer que todas las opciones, incluidas sanciones económicas y la fuerza militar, podrían ser usadas por la intervención rusa en Ucrania, en una entrevista para la cadena de televisión ABC.

Antes, Kerry había pedido a Putin que retire sus fuerzas armadas tras lo que calificó como “un acto descarado de agresión” y advirtió a Rusia que “si quiere seguir siendo miembro del Grupo de los 8 debe comportarse como un miembro del G8”. Dijo que habló el sábado con cancilleres del G8 y otras naciones y que todos están preparados para “ir hasta donde sea necesario” para aislar a Rusia. Kerry viajará el martes a la capital ucraniana, donde ya se encuentra el ministro británico de Relaciones Exteriores para apoyar a su nuevo gobierno.

En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo que Rusia había infringido la Carta de la ONU y exhortó a Moscú a “reducir las tensiones”.

En ese sentido, Putin aceptó ayer, a propuesta de la canciller alemana, Angela Merkel, la puesta en marcha “inmediata” de una misión de exploración en Ucrania y de un “grupo de contacto”, probablemente dirigidos por la OSCE, para iniciar un diálogo político en Ucrania, informó la cancillería alemana en un comunicado.