KIEV (Agencias).— Las nuevas autoridades de Ucrania ordenaron ayer la captura del cesado presidente Viktor Yanukovich bajo cargos de “asesinato masivo”, mientras la Unión Europea reconoció al nuevo gobierno y Rusia lo cuestionó.

“Yanukovich y otros ex altos cargos están en busca y captura. Se ha abierto un proceso penal por asesinato masivo de ciudadanos pacíficos”, dijo Arsen Avakov, ministro del Interior interino, en Facebook.

Yanukovich se encontraba en paradero desconocido; su asesora, la diputada Anna Guerman, dijo que estaba todavía en Ucrania, en tanto Avakov informó que fue visto por última vez junto a su jefe de gabinete, Andri Klyuyev, en Sebastopol, que renunció la seguridad estatal y partió en un convoy hacia un lugar desconocido. Otras fuentes apuntan que en cualquier momento sería trasladado a territorio ruso en un buque de la Armada de ese país.

La Rada, el Parlamento, cesó ayer al jefe de las fuerzas de seguridad del Estado, al fiscal general y al presidente del Banco Central.

En este marco, el gobierno interino anunció ayer que Ucrania necesita cerca de 35 mil millones de dólares de ayuda hasta finales del próximo año para estabilizar la situación económica. El viceministro de Finanzas, Yuri Kolobov, aseguró que Kiev propone la celebración de una gran conferencia internacional de donantes para ayudar a las reformas.

La UE afirmó que estudia opciones de ayuda a Ucrania, siempre que haya un programa de reformas completo; reiteró su oferta para un acuerdo de comercio y de inversión.

El presidente interino, Alexandr Turchinov, ha sido reconocido de facto por varias cancillerías occidentales, que se niegan a poner en duda la legitimidad de las nuevas autoridades. En ese marco, la canciller alemana, Angel Merkel, al igual que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aconsejó desde Berlín a las nuevas autoridades que forjen un gobierno de unidad nacional integrador.

Por su parte, el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, cuestionó la legitimidad del nuevo poder ucraniano, argumentando que “es una aberración de la conciencia, cuando se llama legítimo a lo que en realidad es resultado de una insurrección armada”. Insistió en que si se va considerar gobierno “a gente que se pasea con máscaras negras y Kalashnikov por Kiev, entonces con ese gobierno será muy difícil trabajar”.