WASHINGTON.— En un recordatorio de la tragedia que hace cinco años asoló a la comunidad de la base militar de Fort Hood, en Texas, el veterano de la guerra de Irak Iván López, de 34 años, abrió ayer fuego contra sus compañeros de armas para luego darse un tiro en la sien, dejando tres muertos y y 16 heridos, confirmó anoche el comandante general del III Cuerpo del Ejército, Marko Milley.

Precisó que López estaba bajo diagnóstico por estrés postraumático.

“Aún no sabemos exactamente lo que pasó. Pero sin duda alguna este incidente reabre la herida de hace cinco años. Por el momento, el FBI y el Departamento de Defensa trabajan para esclarecer lo ocurrido y garantizar la seguridad de todos en la base militar”, dijo el presidente Barack Obama. “Es desolador que este tipo de incidentes vuelvan a repetirse”, agregó.

En noviembre de 2009, el militar estadounidense de origen palestino Nidal Malik Hasan asesinó a sangre fría a 13 de sus compañeros cuando se disponían a partir a Afganistán.

“Todo comenzó por un problema entre dos soldados. Y aunque la investigación aún prosigue, no parece tratarse de un acto de terrorismo”, aseguró el general Mark Millie, al confirmar que el soldado Iván López murió en el incidente.

Según señalaron fuentes de las fuerzas armadas, la mayoría de los 16 heridos recibieron impactos de bala en el abdomen, en el plexo solar o en el cuello. Los familiares de todas las víctimas han sido informadas del incidente, en un ambiente de conmoción generalizada.

La base militar de Fort Hood, que concentra a más de 45 mil efectivos militares y a casi 10 mil civiles, es la principal puerta de salida hacia las operaciones de Estados Unidos en Afganistán y en otros puntos de Medio Oriente.