AUSTIN (Agencias).— El gobernador de Texas, Rick Perry, usará 38 millones de dólares en fondos de emergencia para desplegar hasta mil miembros de la Guardia Nacional en la frontera con México.

Perry tomó la decisión ante el incremento en la cifra de inmigrantes centroamericanos, muchos de ellos niños, que están cruzando la frontera desde México. El portavoz de Perry, Rich Parsons, dijo al diario San Antonio Express-News que el dinero provendrá de un fondo para emergencias en la infraestructura de radio. Con un costo estimado de 12 millones de dólares al mes, se espera que los fondos de emergencia cubran unos tres meses del despliegue.

Más fondos requerirían la ayuda de la legislatura, donde algunos demócratas han criticado el uso de guardias nacionales en la frontera, diciendo que es un desperdicio. “El gobernador continuará trabajando con los líderes del estado para conseguir fondos adicionales de diversas fuentes, incluyendo la autoridad del gobernador para responder a emergencias y desastres y ejecución presupuestaria”, le dijo Parsons al periódico.

Más de 57 mil niños han entrado ilegalmente al país desde octubre, la mayoría procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador. Muchos de ellos se han entregado inmediatamente a agentes de la Patrulla Fronteriza. Aunque el flujo de inmigrantes parece haber amainado, Perry y otros altos funcionarios en Texas dicen que les preocupa el incremento de la criminalidad y las presiones sobre los recursos federales en la frontera.

El director del Departamento de Seguridad Pública, Steve McCraw, declaró en una audiencia en la Cámara Baja estatal el martes que el influjo de niños crea aperturas para delincuentes.

“Los niños no son delincuentes, pero están siendo traídos a través de la frontera por criminales, y esos criminales son los cárteles”, dijo McGraw.

El Departamento de Seguridad Pública ha gastado más de 5.8 millones de dólares en lo que McCraw llamo un “aumento operacional” de helicópteros, embarcaciones armadas y policías en la frontera.

Entre tanto, el diario The Washington Post informó ayer que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estaría preparando un decreto que podría permitir a millones de inmigrantes indocumentados quedarse en el país.

Las medidas podrían ser anunciadas antes de que comience el otoño, señaló el rotativo. Al parecer, la incapacidad del Congreso para acordar una reforma de la ley de migración y la reciente oleada de niños inmigrantes serían las causas que han llevado a Obama a actuar en solitario.

Según el Post, se están barajando varias medidas, entre ellas aplazar la devolución a su país de los inmigrantes indocumentados que cumplan con las leyes o que lleven ya mucho tiempo en EU. Esto podría beneficiar, según expertos, a hasta cinco millones de indocumentados. Además, se espera que Obama amplíe un programa iniciado en 2012 que aplaza la deportación de más de 550 mil jóvenes inmigrantes por tiempo indeterminado.

El Congreso, de mayoría republicana, aprobó el viernes una propuesta de ley que prevé el fin del programa, pero se prevé que el Senado, de mayoría demócrata, no avalará la iniciativa.

En tanto, un aparatoso despliegue de servicios de seguridad y rescate tuvo lugar ayer en Washington, luego de que dos activistas proinmigrantes pusieron estandartes en los astabanderas de la Plaza de la Libertad para exigir el fin de las deportaciones. En medio de una manifestación para pedir al gobierno de Obama extender protecciones a todos los migrantes, la atención se centró en los dos jóvenes que escalaron unos 100 metros para colocar las pancartas.

Una docena de patrullas de la Policía de Servicio de Parques de EU y de las fuerzas de seguridad capitalina, así como siete camiones de bomberos y varias ambulancias, acudieron a la plaza, ubicada a unas cuadras de la Casa Blanca.