KIEV/MOSCÚ (Agencias).— Tras la anexión de Crimea, en Occidente crece el temor sobre las aspiraciones territoriales rusas. El jefe militar de la OTAN, el general de la fuerza aérea estadounidense Philip Breedlove, dijo ayer que Rusia tiene una gran fuerza en la frontera este de Ucrania y que temía que ello represente una amenaza para la región separatista de Transnistria en Moldavia, que es ruso parlante.

Rusia lanzó un nuevo ejercicio militar, involucrando a 8,500 hombres de la artillería, cerca de la frontera con Ucrania hace 10 días. “Existe una fuerza (rusa) ubicada en la frontera este de Ucrania absolutamente suficiente para ir a Transnistria si esa fuera la decisión que se tomara, y eso es muy preocupante”, dijo ayer Breedlove.

Y en Donetsk, en el este de Ucrania, miles de personas salieron ayer a la calle para exigir un referéndum sobre su secesión y muchos manifestantes firmaron papeletas de muestra para ello.

Tony Blinken, asesor de seguridad nacional del presidente de EU, Barack Obama, dijo que el fortalecimiento de las fuerzas rusas quizás sólo tendría por objetivo intimidar a los nuevos líderes de Ucrania, pero que Rusia podría invadir el este del país, que en su mayoría es ruso parlante. “Es posible que se estén preparando para ingresar”, dijo a la cadena CNN.

Moscú sin embargo negó esas informaciones. Rusia respeta todos sus acuerdos internacionales, dijo el viceministro de Defensa, Anatoli Antonov, a la agencia de noticias rusa Interfax. Breedlove dijo que la Alianza Atlántica tiene que reflexionar sobre el estacionamiento y la capacidad de intervenir de sus fuerzas. Sobre todo en el Báltico, pero también en otros lugares, agregó.

La crisis de Crimea, que el viernes quedó formalmente anexada a Rusia, marcará también la reunión de los siete países más industrializados del mundo, el G7, que se producirá hoy en La Haya.

A su vez, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha comenzado su misión de monitoreo internacional en Ucrania. Los expertos controlarán la protección que se brinda a las minorías y si hay indicios de intervenciones externas. No obstante, no podrán acceder a Crimea, ya que Rusia la considera territorio suyo tras la anexión.

Estados Unidos instó a Moscú a conversar con Kiev sobre la seguridad de los soldados ucranianos. “Las informaciones sobre continuos ataque contra personal militar e instalaciones ucranianas muestran cuán peligrosa es la situación creada por Rusia”, dijo en la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Laura Lucas Magnuson.

En tanto, Ucrania ha perdido casi toda su flota de guerra emplazada en Crimea en una tragedia histórica para la Armada de este país, que en un intento desesperado de conservar sus últimos navíos ordenó ayer resistir hasta el final al gran buque de desembarco Konstantin Olshanski, hostigado por las tropas rusas. Soldados de Moscú y fuerzas militares crimeas, denominadas como autodefensas de Crimea, tomaron ayer el control del Centro de Operaciones Psicológicas y de Información de la Armada ucraniana en Simferofol, capital de Crimea.

Tras asaltar y tomar anoche el control de la base aérea de Belbek, las fuerzas prorrusas arrestaron al comandante de ese aeropuerto militar, el coronel Yuli Mamchur, uno de los primeros en exigir al Ministerio de Defensa de Ucrania que decidiera el futuro de los militares ucranianos emplazados en Crimea.

A partir de hoy, además de la divisa ucraniana se aceptará en Crimea el rublo como medio de pago. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó además la introducción de las estructuras administrativas. El mandatario pidió que antes del 29 de marzo se instalen la policía y el servicio de protección civil, así como el servicio secreto FSB.