Siria usa hambre como arma de guerra, acusan
HUÍDA. Un hombre y varios niños se alejan de un lugar bombardeado por fuerzas del gobierno, en Aleppo . (Foto: HOSAM KATAN REUTERS )
BEIRUT (Agencias).— El hambre y las enfermedades exacerbadas por ese flagelo, así como la falta de atención médica en un campamento de palestinos en Damasco, sitiado desde hace meses por fuerzas leales al presidente sirio Bashar al-Assad, han causado la muerte de al menos 85 personas, dijeron ayer activistas.
El campamento de Yarmouk, situado en el extremo sur de la capital siria, es una de varias áreas de la oposición donde las condiciones se han deteriorado debido a un bloqueo estricto impuesto por las fuerzas del gobierno. Activistas y grupos de ayuda han acusado a los militares de usar el hambre como arma de guerra. El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, dijo que la primera víctima en Yarmouk murió en junio, y que hasta el miércoles los muertos sumaban 85. Hace cinco días, activistas y residentes dijeron que la cifra superaba los 60.
La necesidad de abrir corredores humanitarios para hacer llegar la ayuda a las áreas bloqueadas y para aliviar el sufrimiento a los civiles ha sido uno de los temas discutidos en las conversaciones de paz en Suiza entre el gobierno sirio y la oposición.
Las autoridades permitieron recientemente la llegada de unos centenares de paquetes de alimentos a Yarmouk en lo que pareció un gesto de buena voluntad antes de las conversaciones de paz, pero los residentes dijeron que sólo una pequeña cantidad de ayuda llegó debido a que funcionarios del gobierno obligaron a los trabajadores de asistencia a distribuir los paquetes en un área bajo fuego de francotiradores.
Ayer mismo, la agencia noticiosa estatal turca dijo que los militares turcos dispararon con artillería y ametralladoras pesadas contra un convoy en Siria, justo del otro lado de la frontera, perteneciente al Estado Islámico de Irak y el Levante, grupo vinculado con Al-Qaeda.
Nada sustantivo
En este marco, la primera ronda de negociaciones de paz para Siria se aproxima a su final sin que se hayan logrado avances reales, ni siquiera en el plano humanitario, lo que traslada a una siguiente ronda las esperanzas puestas en este proceso encaminado a frenar la sangría en el país y emprender una transición política.
El mediador internacional Lajdar Brahimi reconoció ante la prensa que esta primera tanda de discusiones se cerrará el viernes, como estaba previsto, sin que se haya conseguido “nada sustantivo”.
Dijo, sin embargo, que hay que valorar el hecho de que gobierno y oposición sirias “estén dispuestas a continuar” participando en este proceso. Brahimi dijo que la idea es que la próxima ronda negociadora sea “más estructurada y productiva”, con lo que posponía sus esperanzas de progresos de última hora en los dos días de reuniones que quedan antes de pasar a una pausa de una semana.
La conformación de la delegación opositora apenas en la víspera de la inauguración de este proceso, el pasado día 22, ha sido sin duda una de las causas para que estas negociaciones no se pudiesen preparar como hubiese deseado el mediador. Sin embargo, el balance de ayer no fue del todo negativo, sobre todo cuando Brahimi destacó que “el hielo se está rompiendo” entre dos bandos cuyos objetivos políticos son totalmente contrapuestos y que, además, se niegan mutuamente legitimidad.
“Los resultados que logremos probablemente no estarán a la altura de las expectativas de los sirios que sufren y de la amplitud de la crisis. Pero esta gente que está negociando aquí en tres años no se había reunido nunca”, subrayó el diplomático argelino.
La oposición advierte
El portavoz de la delegación opositora, Louay Safi, matizaba poco después el optimismo cauto de Brahimi al advertir que las negociaciones tendrán que suspenderse si no se observan progresos, aunque no mencionó plazos. “En algún momento tendrá que haber un punto final. No podemos estar mes tras meses sin lograr avances”, aseguró a los medios.