Rusia contraataca; aplica sanciones
EN SESIÓN. El presidente ruso Vladimir Putin encabeza una reunión de gabinete, en su residencia en Novo-Ogaryovo. (Foto: AP )
MOSCÚ/KIEV (Agencias).— Rusia contraatacó ayer tras las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) por la crisis en Ucrania, donde el gobierno acusó a los rebeldes separatistas de colocar minas terrestres cerca del sitio donde fue derribado un avión de pasajeros, para evitar una investigación adecuada. Moscú, a su vez, acusó al ejército ucraniano de no frenar sus operaciones en la zona, obstaculizando las pesquisas.
El gobierno ruso prohibió la importación de frutas y hortalizas polacas y dijo que podría ampliar la prohibición a toda la UE, algo que Polonia calificó como una represalia del Kremlin a las nuevas sanciones impuestas el martes a Rusia.
Moscú calificó las sanciones de “destructivas y con poca visión”, y dijo que generarían aumentos de precios de la energía en Europa y dañarían la cooperación con EU en asuntos internacionales.
El enfrentamiento entre Rusia y Occidente entró en una nueva fase esta semana, luego de que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) tomaron las medidas internacionales más fuertes hasta ahora contra Moscú por su apoyo a los rebeldes en Ucrania.
Las sanciones de la UE y de Estados Unidos dadas a conocer el martes restringen las ventas de armas y de equipos para la industria petrolera, y prohíben que los bancos estatales rusos recauden dinero en los mercados de capitales occidentales.
Además, el Grupo de los Siete (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) emitió un comunicado en el que advierte a Rusia que se enfrenta a más sanciones económicas si no cambia su postura sobre Ucrania.
La Comisión Europea publicó los nombres de ocho rusos, incluidos algunos asesores del presidente Vladimir Putin, y tres compañías a los que se les congelarán sus activos en el extranjero como parte de las sanciones.
Las nuevas sanciones occidentales marcan la primera vez que Washington y Bruselas han adoptado medidas destinadas a afectar a la economía rusa en general, después de semanas de acciones limitadas dirigidas sólo a individuos específicos.
El vicecanciller alemán y ministro de Economía, Sigmar Gabriel, dijo que si bien las medidas podrían perjudicar a la economía europea, dañarán más a Rusia. “En un momento de guerra y paz, la política económica no es la consideración principal”, sostuvo.
En Ucrania, mientras tanto, se produjeron intensos combates cerca del lugar donde el vuelo MH17 de Malaysia Airlines, con 298 personas a bordo, se estrelló el 17 de julio, tras ser derribado por lo que Washington y Bruselas creen que fue un misil provisto por Rusia.
El gobierno ucraniano acusó ayer a los rebeldes prorrusos de fortificar la zona con minas terrestres para evitar que el sitio sea investigado adecuadamente. Sin embargo, el reporte sobre las minas terrestres no pudo ser confirmado de forma independiente.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo que el gobierno de Kiev no ha parado la ofensiva del ejército en la región e impide con ello el acceso de los investigadores a los restos del avión.
Según él, Occidente tiene por ello parte de la culpa de la situación actual, porque anima al gobierno ucraniano a usar la violencia contra su propio pueblo.
En tanto, senadores estadounidenses como Lindsey Graham renovaron las exhortaciones para que el gobierno envíe ayuda militar a Ucrania, dado que, a su juicio, las sanciones contra Moscú no han funcionado.