Río de Janeiro.— La presidenta de Brasil y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, afirmó ayer que tomará “medidas” para castigar a los culpables de desvíos ilegales de recursos en la petrolera estatal Petrobras, en un esquema de corrupción para supuestamente favorecer a partidos políticos de la base aliada.

“Lo que no se sabe es cuánto y quién lo hizo. Eso no se sabe. Ahora una parte importante y fundamental es que voy a tomar todas las medidas en este sentido para garantizar el resarcimiento”, declaró Rousseff en una rueda de prensa en Sao Paulo. Enfatizó que “quien desvió dinero será castigado” y, así, espera que “el dinero retorne a Petrobras”. El sábado, por primera vez, Rousseff admitió que hubo desvío ilegal de recursos en la petrolera.

Las investigaciones indican que 3% del presupuesto de los contratos de Petrobras con otras empresas, principalmente de la construcción civil, se desviaba para financiar las campañas electorales, entre ellas las del Partido de los Trabajadores (PT) .

Los delatores, que están confesando a la justicia a cambio de una reducción de condena, son el ex director de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, en prisión domiciliaria, y el empresario Alberto Youssef, propietario de una casa de cambio que supuestamente gestionaba los fondos y preso en el estado de Paraná.

Sin embargo, la mandataria aclaró que lo que se conoce públicamente hasta ahora son “filtraciones” en los medios de comunicación de parte del audio de los relatos de Costa y Youssef, sin que sean todavía “informaciones oficiales” por parte del Ministerio Público. La jefa de Estado volvió a referirse a que las denuncias salpicaron al fallecido senador Sergio Guerra, entonces presidente del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la formación de su oponente en las elecciones Aécio Neves.

“Si las infiltraciones son pertinentes, todo el mundo está comprometido y la misma vara que juzga a Paco debe juzgar igual a Francisco”, comentó Rousseff, sobre el episodio de Guerra, apuntado por Costa de haber recibido sobornos para evitar que la oposición instalara una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) en 2009.

Ayer mismo, el diario O Estado de Sao Paulo informó que la ex jefa del gabinete civil de la presidencia brasileña Gleisi Hoffmann recibió casi 410 mil dólares provenientes de recursos desviados de Petrobras. Neves, por su parte, afirmó que el reconocimiento por parte de Rousseff de la existencia de desvíos de recursos de Petrobras es “una evolución”, que llegó “tarde”.

“Cuando hubo un pedido (en el Congreso) para la creación de la CPI (Comisión Parlamentaria de Investigación) de Petrobras, el PT (Partido de los Trabajadores) dijo que todo era una fabricación”, declaró Neves. Agencias