Rousseff renueva su gabinete económico
NOMBRAMIENTOS. Los ministros designados de Hacienda, Joaquim Levy (al frente) y Planificación, Nelson Barbosa, a su llegada para dar una conferencia de prensa, ayer, en el Palacio de Planalto, en Brasilia. (Foto: UESLEI MARCELINO / REUTERS )
Brasilia.— La presidenta reelecta de Brasil, Dilma Rousseff, confirmó ayer la designación de su nuevo equipo económico, que será comandado por el ingeniero naval y economista Joaquim Levy, quien reemplazará a Guido Mantega en el Ministerio de Hacienda.
Según un comunicado de la Presidencia, el economista Joaquim Barbosa asumirá el Ministerio de Planificación en lugar de Miriam Belchior, y Alexandre Tombini seguirá comandando el Banco Central, puesto que ocupa desde enero de 2011.
El gobierno no fijó una fecha para la investidura de los nuevos ministros. Según el comunicado, Mantega y Belchior “permanecerán en sus cargos hasta que se concluya la transición y la formación de los nuevos equipos de sus sucesores”.
En ese periodo de transición, también serán definidas las primeras medidas destinadas a restablecer el equilibrio fiscal de las cuentas públicas y evitar que se repita lo que pasó este año, cuando Rousseff debió pedirle al Congreso autorización para incumplir la meta de superávit primario.
Joaquim Levy fue vicepresidente de finanzas y administración del Banco Interamericano de Desarrollo y ayudó a recuperar la confianza de los inversionistas al reducir la deuda como secretario del Tesoro en el gabinete del antecesor y mentor de Rousseff, Luiz Inacio 'Lula' da Silva.
“Manos de tijera”
Para integrarse al gabinete de Rousseff, el economista apodado “Manos de Tijera” por ser especialista en recortar gastos, abandonará su puesto como director de los fondos de inversión y carteras del banco Bradesco, uno de los más grandes de Brasil.
Levy, quien tiene un doctorado de la Universidad de Chicago, dijo en rueda de prensa que su primer objetivo será equilibrar ingresos y gastos para lograr que el superávit sea de 1.2% en 2015 y mayor a 2% del Producto Interno Bruto en los dos años siguientes y así reducir la deuda pública. El gobierno enfrenta su peor déficit en más de una década.
“Alcanzar esas metas es fundamental para el aumento de la confianza en la economía brasileña y creará la base para un crecimiento económico, consolidando los avances sociales, económicos e institucionales logrados en los últimos 20 años”, expresó Levy.
El nombramiento de un banquero fiscalmente conservador fue considerado señal de que Rousseff entró en razones después de una campaña de reelección donde atacó a sus oponentes por sus tendencias neoliberales. “La presidenta sabe que no puede repetir los números mediocres de crecimiento que el país presentó en su primera gestión”, escribió Marcelo de Moraes, un columnista de O Estado de Sao Paulo. “Dilma sorprendió a todos con el pragmatismo de su decisión”, agregó.
La mandataria tiene retos pendientes en el frente económico. Luego de que Brasil en 2010 brillara internacionalmente con un crecimiento del PIB de 7.5%, la economía cayó en recesión la primera mitad del año. La desaceleración de China influyó ya que es el principal socio comercial. La inflación ahora sobrevuela el objetivo del gobierno de 6.5% anual. Agencias