Reclaman a Obama tomar acciones migratorias
FIRMES. Bajo el lema "marchamos por la reforma migratoria, votamos por la reforma migratoria", manifestantes protestan frente a la Casa Blanca. (Foto: KEVIN LAMARQUE / REUTERS )
WASHINGTON.— A sólo unos días de las medidas que dará a conocer el presidente estadounidense, Barack Obama, para aliviar la situación de millones de indocumentados, decenas de organizaciones protagonizaron ayer una movilización a través de 50 ciudades para exigirle no dar marcha atrás en su promesa de emitir una batería de órdenes ejecutivas.
La movilización coincidió con el mensaje de Obama, quien reiteró durante una rueda de prensa que mientras el Congreso no actúe para resolver la crisis del sistema migratorio, él actuará con una serie de medidas para que el sistema funcione mejor en vista de la falta de cooperación del legislativo para solucionar temas puntuales como la crisis de los niños indocumentados que llegan desde Centroamérica.
“Hemos tenido muchas discusiones... Se está trabajando en un paquete de medidas... No tengan dudas. Mientras el Congreso siga sin actuar, nosotros tenemos que ver la forma en que mejoramos el funcionamiento del sistema”, insistió el mandatario, sin adelantar el tipo de medidas que hoy se enfrentan a las presiones de organizaciones defensoras de la causa migrante, pero también a las advertencias de demócratas y republicanos sobre el efecto que podrían tener en las elecciones legislativas de noviembre.
Convocados por varias asociaciones a nivel nacional, los activistas prorreforma se dirigieron desde la sede de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) a la Casa Blanca, donde protagonizaron un acto de desobediencia civil. Los manifestantes se sentaron frente a la verja que circunda la residencia presidencial y fueron arrestados entre los aplausos de los centenares de personas que participaron en la marcha.
“Ya es hora de dejarnos de juegos políticos y dejar de seguir separando a miles de familias”, aseguró ayer Gustavo Torres, de la organización Casa de Maryland a lo largo de una marcha que culminó frente a la Casa Blanca con el arresto, según la Policía de Parques federal, de 145 activistas, religiosos e inmigrantes indocumentados cansados de estar a merced de la indecisión y la lógica electoral de demócratas y republicanos en el Congreso.
“Yo me voy a hacer arrestar para demostrarle al presidente que nuestra situación es grave. No podemos seguir en las sombras, sin poder salir del país para ver a hijos o a padres a los que tenemos muchos años en la angustia”, aseguró Miriam García, una inmigrante del estado de Veracruz, México, quien lleva 14 años viviendo en las sombras. “Tengo a un hijo en México al que no he podido ver en todo este tiempo”, aseguró García poco antes de ser arrestada frente a la Casa Blanca.
Tras el triunfo de la iniciativa de ley apoyada por demócratas y republicanos en junio de 2013, el proyecto de reforma migratoria permanece atascado en la Cámara de Representantes que controlan los republicanos.
El bloqueo de la mayoría republicana en la Cámara Baja ha obligado a Obama a buscar una solución alterna que pasaría por la implementación de órdenes ejecutivas para suspender las deportaciones, poner punto final a programas como Comunidades Seguras —que han convertido a las policías estatales y municipales en una extensión de la Patrulla Fronteriza—, y para autorizar la emisión de permisos de residencia a un grupo de inmigrantes que tengan familiares estadounidenses.
Se espera que el presidente anuncie las medidas ejecutivas una vez que el Departamento de Seguridad Interna (DHS) y el Departamento de Justicia terminen con el análisis de las opciones que el presidente puede anunciar sin necesidad de recabar el apoyo del Congreso.
A la espera de estas recomendaciones, que podrían conocerse en la primera o segunda semana de septiembre, el presidente enfrenta presiones del Partido Republicano, pero también de su propio partido.
Con la mirada puesta en las elecciones legislativas de noviembre próximo, líderes republicanos encabezados por el senador por Florida, Marco Rubio, amenazan con la posibilidad de desahuciar financieramente las órdenes ejecutivas que anuncie Obama. En una entrevista con el sitio de extrema derecha Breitbart.com, Rubio afirmó que si Obama toma medidas para tratar de arreglar “nuestro fracturado sistema migratorio”, los republicanos “utilizarán el presupuesto del gobierno” como medio para tratar de detenerlo.
Al mismo tiempo, un grupo de senadores demócratas expresaron a la Casa Blanca su preocupación por órdenes ejecutivas que podrían no ser muy bien vistas en algunos estados con electores demócratas conservadores.
Frente al temor de estos senadores demócratas de perder en las próximas elecciones de noviembre, otros congresistas como el demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, han pedido a Obama no dar marcha atrás. (Con información de agencias)