Protestas marcan "viernes negro" en Estados Unidos
CIERRE. Activistas se tiraron en el piso del centro comercial Galleria de St. Louis, Missouri, para bloquear las ventas del viernes negro y mostrar su repudio por el fallo que esta semana exoneró a un policía blanco que mató al joven negro Michael Brown, en Ferguson, Missouri en agosto pasado. (Foto: ERIC KAYNE / AP )
Washington.— La marea consumista que llega puntual cada black friday o “viernes negro” en Estados Unidos volvió ayer a superar los últimos records de venta con más de 13 mil millones dólares en una sola jornada y con expectativas de rebasar los 36 mil millones durante el fin de semana, aunque la jornada estuvo marcada por una serie de protestas que, en algunos casos, obligaron al cierre de centros comerciales.
Las escenas de miles de consumidores disputando las últimas pantallas de televisión de plasma o arrebatándose los lotes de juguetes no faltaron en los grandes centros comerciales a pesar de un descenso en el índice de confianza de los consumidores. En el Reino Unido, donde los comercios adoptaron el black friday, la policía tuvo que intervenir en algunos casos cuando las compras dieron pie a pleitos por los productos, reportó la BBC.
Las aglomeraciones en las tiendas de EU disminuyeron debido a que el “viernes negro” empezó la tarde del jueves, cuando abrieron sus puertas muchos almacenes. También influyó el aumento en las ventas en internet. Target dijo que sus ventas por internet crecieron más de 40% con respecto a 2013.
Pero, por primera vez en mucho tiempo, el “viernes negro “estuvo marcado por las marchas de protesta en Ferguson, Missouri, donde multitudes obligaron a las autoridades a cerrar temporalmente dos grandes centros comerciales en un suburbio de Saint Louis, como el Galleria. Otros bloquearon las entradas de tiendas como Wal Mart y Target. También hubo marchas en ciudades como Nueva York y Chicago y Lakewood, Colorado.
En el norte de California, más de una decena de personas fueron arrestadas después de que unos 125 manifestantes que llevaban camisetas que decían “Las vidas de los negros importan” interrumpieron el servicio ferroviario de Oakland a San Francisco; en esta última ciudad, manifestantes rompieron aparadores. En distintos puntos del país, activistas con las manos en alto y gritando: ¡No disparen!, llamaron la atención sobre el caso de Michael Brown, un joven de 18 años abatido por un policía blanco que fue exculpado de toda responsabilidad, desatando la ira de la comunidad afroamericana.
Otros manifestantes reclamaban mejores condiciones laborales y alzas salariales. Los trabajadores de Wal Mart, por ejemplo, exigen un incremento salarial de 15 dólares la hora y acceso a trabajo de tiempo completo en un horario regular. En Balch Springs, Texas, la policía arrestó a 13 personas. También hubo arrestos en otras ocho ciudades, incluyendo Chicago, Washington, Los Ángeles, Seattle y Sacramento, reportó la prensa de Dallas.
Para la mayoría de los analistas y el propio presidente Barack Obama, los reclamos de estos manifestantes no son simplemente un problema de percepción. Según el estudio realizado por la organización Propublica de los dispartos realizados por las fuerzas policiales de EU entre 2010 y 2012, los jóvenes de raza negra tuvieron 21 veces más de probabilidades de morir abatidos.
A pesar de que el Departamento de Justicia prosigue con dos investigaciones paralelas en el terreno de los derechos civiles, para esclarecer el posible dolo y las responsabilidades del agente Darren Wilson y del Departamento de Policía de Ferguson, no parece claro que sus fiscales serán capaces de imputar al agente o al cuerpo policial en su conjunto.
Las marchas contra un sistema policial y una justicia que no son iguales para aquellos que son de raza negra en EU, le imprimieron así a la jornada del “viernes negro” un toque de reivindicación social y de repudio contra un sistema que sigue sin reflejar los cambios demográficos de fondo en las instituciones locales, estatales y federales.
En este contexto, el policía autor del crimen en la localidad de Ferguson confirmó ayer su decisión de no reincorporarse a los cuerpos policiales de esa ciudad. Según informó su abogado, el oficial no quiere poner en riesgo la vida de sus camaradas ante el ambiente de encono y venganza que se vive en esa localidad tras la muerte de Brown. Con información de Agencias