Protestas disparan tensión en Venezuela
GESTO. Una manifestante de la oposición ofrece una flor a un oficial, durante la protesta de ayer en Caracas contra el gobierno de Nicolás Maduro. (Foto: CARLSO GARCIA RAWLINS REUTERS )
CARACAS (Agencias). El gobierno de Venezuela dio ayer un plazo de 48 horas para que abandonaran el país los tres diplomáticos estadounidenses cuya expulsión ordenó el domingo, acusados de financiarlas protestas opositoras que estremecen al país petrolero, al tiempo que miles de venezolanos regresaron ayer a las calles para protestar contra el gobierno y el opositor Leopoldo López preparaba una marcha desde la clandestinidad que amenaza con caldear aún más los ánimos.
El presidente Nicolás Maduro ha asegurado que las recientes manifestaciones en su contra son parte de un intento de golpe de Estado planeado por la oposición con financiamiento de Estados Unidos.
Estos funcionarios están obligados a retirarse de la patria soberana e independiente de Venezuela en las próximas 48 horas, por estar activamente participando de la organización y la promoción de estos grupos que intentan generar la violencia en nuestro país, dijo el canciller Elías Jaua, quien argumentó que esos funcionarios han recorrido las universidades con el pretexto de promover programas para el otorgamiento de visas a estudiantes.
En el fondo es la cubierta para realizar los contactos con los dirigentes que captan para el entrenamiento, el financiamiento y para la creación de organizaciones juveniles mediante las cuales se genera la violencia, agregó en una conferencia de prensa.
Por su parte, el Departamento de Estado de EU rechazó las acusaciones, considerando que no tienen base y son falsas. Apoyamos los derechos humanos y las libertades fundamentales, en Venezuela y en el mundo. Pero como siempre hemos dicho, el futuro político de Venezuela es decisión de los venezolanos, dijo Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado. Los expulsados son los segundos secretarios con funciones de vicecónsul Breann Marie McCusker y Jeffrey Elsen y el segundo secretario Kristopher Clark.
Leopoldo López, que enfrenta una orden de arresto tras ser señalado como responsable del derramamiento de sangre, ha prometido entregarse a las autoridades luego de la concentración convocada para hoy en Caracas. Su partido, Voluntad Popular denunció que sus oficinas en Caracas fueron revisadas por agentes de seguridad armados, presuntamente buscando a López y al portavoz Carlos Vecchio.
Venezolanos, vengan a Caracas mañana; marcharemos al Ministerio del Interior. Está notificada, no necesitamos permisos, escribió López ayer en Twitter.
Ayer mismo estudiantes bloquearon vías principales en algunas zonas de la capital y miles se concentraron en el interior del país. Estamos aquí apoyando a los estudiantes porque esta lucha no es sólo de ellos, es de todos los venezolanos, dijo Alberto Gutiérrez, un jubilado de 71 años, en el este de Caracas.
En este contexto, el líder opositor Henrique Capriles, en una carta abierta difundida ayer por varios diarios del país, llamó a que el gobierno cese en las torturas y la represión y abra un camino verdadero hacia la paz, señalando que es el momento de que reine la tolerancia y se rechace la violencia. Además, Capriles, quien se desmarcó de los llamamientos a marchar de López y María Corina Machado, reclamó poner la democracia por encima de cualquier interés personal.
Criticó que se creen falsas expectativas y resaltó que esto no es un tiempo ni para figurar, ni para agenda personal, ni estamos decidiendo quién va a ser candidato presidencial, ni quién va a ser el jefe de la oposición (...) Aquí el tema es ver cómo salimos de este caos.
Venezuela está partida casi a la mitad entre quienes defienden a capa y espada los millonarios planes sociales del gobierno que han beneficiado a gran parte de la población, y los que quieren a toda costa un cambio de rumbo.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, llamó al diálogo entre el gobierno y la oposición y a no caer en provocaciones que puedan dar lugar a nuevos episodios de violencia.