Prorrusos en Ucrania toman la comisaría de Odessa
ENTUSIASTAS. Manifestantes reciben a prorrusos liberados ayer en Odessa. (Foto: GLEB GARANICH REUTERS )
ODESSA, Ucrania (Agencias).— Separatistas prorrusos atacaron ayer una comisaría en la ciudad portuaria de Odessa, en el sur de Ucrania, y liberaron a casi 70 activistas, mientras el primer ministro ucraniano culpó a la corrupción policial por las decenas de muertes en los enfrentamientos de esta semana. Además, los rebeldes aseguraron que tienen nuevamente bajo su control importantes edificios gubernamentales en Donetsk y otras grandes ciudades del este de Ucrania.
“Tomamos los edificios administrativos en las regiones centrales decisivas”, dijo a Interfax el líder de la autodenominada Milicia Popular Miroslav Rudenko.
Tras una manifestación en la que participaron dos mil personas, los prorrusos tomaron la comisaría de Odessa. “¡Los rusos no abandonarán a los suyos!”, entonaban los hombres mientras rompían ventanas y forzaban la puerta de la comisaría, donde varios de sus compañeros permanecían retenidos desde el caos vivido el viernes.
La policía de Odessa dijo que 67 activistas fueron liberados. A algunos policías se les ofreció la cinta negra y naranja, una insignia militar rusa que se ha convertido en un símbolo de las revueltas, y cuando algunos agentes la aceptaron una multitud de cientos de activistas lo festejaron.
El primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, en declaraciones en Odessa, acusó a Rusia de instigar los enfrentamientos que llevaron a la muerte de más de 40 activistas prorrusos en un edificio en llamas en esa ciudad. Pero fue muy crítico con la policía. “Si el sistema de cumplimiento de la ley en Odessa hubiera protegido a las personas, estas organizaciones terroristas habrían sido desbaratadas”, sostuvo.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, y la canciller alemana, Angela Merkel, discutieron sobre la crisis en Ucrania en una llamada telefónica y destacaron la importancia de una “acción internacional efectiva” para reducir las tensiones, dijo ayer el Kremlin.
Ayer continuaba el operativo de Kiev en el este. En Luhansk murió al menos un separatista y otros dos resultaron heridos en un intercambio de disparos, en tanto en Mariupol, en el sureste del país, las fuerzas gubernamentales iniciaron el asalto de un edificio gubernamental ocupado. La policía local dijo que insurgentes afines a Moscú habían engañado a los soldados de un puesto de control para que comieran alimentos que contenían un somnífero.
Los soldados fueron luego atados junto a sus armas, dando lugar a largas negociaciones para liberarlos. En Konstantinovka resultaron heridos varios miembros de las Fuerzas Armadas durante la lucha para recuperar una importante torre de televisión. También se informó de disparos aislados en las ciudades de Kramatorsk y Slaviansk.