DONETSK (Agencias).— Los separatistas prorrusos aseguraron ayer haber derribado dos aviones militares del gobierno en Luhansk, en el este de Ucrania, en una jornada en la que se reunieron en Berlín los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia, Alemania, Francia y Ucrania para buscar una solución política al conflicto.

Las fuerzas ucranianas, por su parte, izaron la bandera nacional en una estación de policía de Luhansk, que estaba desde abril bajo control de los rebeldes, lo que podría ser un avance en los esfuerzos por vencer a los prorrusos. Sin embargo, funcionarios ucranianos admitieron que los rebeldes luchaban desesperadamente en un intento final para mantenerse en Luhansk, su ruta de abastecimiento a la vecina Rusia, y que el flujo de armas y combatientes desde Moscú se habían intensificado.

Entretanto, el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, expresó que en la reunión en Berlín se lograron progresos en algunos puntos entre Moscú y Kiev.

Ayer mismo, el jefe del Servicio de Aduanas ucraniano, Anatoli Makárenko, declaró que los primeros 16 de 262 camiones rusos cargados con ayuda humanitaria para el este de Ucrania llegaron al paso fronterizo entre los dos países.