WASHINGTON.— En la recta final de las negociaciones para conseguir el mayor respaldo a la resolución que presentará Estados Unidos en la ONU contra terroristas extranjeros, fuentes del gobierno de Barack Obama reconocieron ayer que algunos de los al menos cien estadounidenses que se han unido al Estado Islámico en Siria e Irak, han vuelto a casa.

Esos 100 ciudadanos de Estados Unidos que están bajo sospecha forma parte de los más de 15 mil ciudadanos extranjeros —dos mil de ellos de naciones europeas— que han pasado a formar parte de las filas del EI.

Un alto funcionario de la administración Obama dijo que la última evaluación del Centro Nacional Contraterrorista es que más de 100 estadounidenses han intentado luchar en Irak y Siria con el EI, el Frente Al-Nusra y otras organizaciones, reveló ayer la revista Time en su edición digital. “Esta cifra incluye a quienes han ido, quienes trataron de ir, algunos que regresaron y están en activo (el FBO está tras ellos”, acotó el funcionario.

Time indicó que es el primer reconocimiento del gobierno de que al menos algunos de los combatientes estadounidenses del EI han regresado a EU. Ayer mismo, el secretario de Estado, John Kerry, dijo a la MSNBC que “tenemos más de 100 combatientes de Estados Unidos”, pero no dijo si algunos han retornado.

Para algunos funcionarios de EU estas estadísticas hacen más urgente la necesidad de aprobar la resolución que Obama impulsará esta semana en la Asamblea General de la ONU. “Queremos que las medidas (de seguridad) se eleven para monitorear a estos ciudadanos que entran y salen de países como Siria e Irak”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en referencia al proyecto de resolución que promoverá personalmente Obama, quien presidirá la reunión del Consejo de Seguridad, un hecho sin precedentes en la última década.

“El objetivo de esta resolución es que esta gente no encuentre cielo seguro en ninguna parte. Se trata de unir fuerzas globales, estructuras gubernamentales a través de una amplia coalición”, añadió Earnest.

Apenas la semana pasada, el presidente de la Comisión de Seguridad Interna de la Cámara Baja, Michael McCaul, dijo que la participación de ciudadanos de EU en las redes de simpatizantes del EI, y su posible afiliación y traslado a Siria, es una preocupación que los servicios de inteligencia tienen que atender con extrema urgencia.

En este sentido, la iniciativa contra terroristas foráneos que impulsará el presidente buscará extender la mano de los servicios de inteligencia para evitar que quienes decidan viajar y sumarse a las fuerzas del EI tengan muy difícil el retorno a países de la Unión Europea y Estados Unidos.

“El hecho de que el propio presidente se vaya a involucrar en esta iniciativa intenta enviar un poderoso mensaje a toda la comunidad internacional”, dijo un funcionario.