Jerusalén.— A la creciente tensión israelí-palestina de los últimos tiempos se agregó ayer una cruenta pieza, cuando dos palestinos armados con hacha, cuchillos y pistolas irrumpieron en una sinagoga de esta ciudad en medio del rezo matinal y mataron a cuatro fieles judíos (tres de ellos rabinos), hiriendo a otros ocho, cuatro de ellos de gravedad. Ambos atacantes, que resultaron ser los primos Ghassan y Uday Abu Jamal del barrio de mayoría árabe Jabel Mukaber, en Jerusalén Este, fueron abatidos por la policía. Un agente que acudió al lugar de los hechos y recibió un disparo murió más tarde.

Tres de las víctimas mortales tenían también ciudadanía estadounidense; uno más era británico-israelí.

Muchos buscaban ayer en la sinagoga Kehila Yaakov a sus familiares que habían salido temprano a rezar. “Esto es difícil de describir”, dijo Zaki Heller, del servicio médico de urgencia Magen David Adom. “Libros de oración llenos de sangre, más de un talit (manto de rezo con el que judío se cubre al orar), manchados de rojo… y cuerpos sin vida en la sinagoga”. Quienes se salvaron contaron sobre los gritos de “Ala hu-Akbar” a cuyo son los atacantes irrumpieron al lugar, donde un niño de 12 años que llegó temprano al rezo junto a su padre, como todas las mañanas, logró salvarse al arrastrarse hacia la puerta y salir corriendo, oyendo luego que su padre había sido gravemente herido.

“Es una venganza por el asesinato del chofer palestino”, dijo un comunicado de Hamas, en referencia al hallazgo días atrás de un palestino que trabajaba en una empresa de transporte israelí, colgado, sin vida. Esto, aunque la autopsia realizada en presencia de un forense enviado por la propia familia del muerto, confirmó que no había señal ninguna de violencia en el cuerpo, de lo cual se concluía que se había suicidado, tal cual indica un comunicado que entregó a EL UNIVERSAL la policía israelí.

Israel criticó a Hamas por felicitar a los responsables del atentado y llamar a más ataques. Impactaron, también, las imágenes de palestinos repartiendo golosinas tanto en Gaza como en diversas partes de Cisjordania en señal de celebración. Asimismo, se condenó una serie de caricaturas que circularon en las redes sociales palestinas sobre las muertes en la sinagoga.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, condenó el atentado cometido “contra judíos en su sitio de oración”, pero ello no lo dejó fuera de las duras críticas del primer ministro Benjamin Netanyahu, quien lo responsabilizó tanto a él como a Hamas por lo que presentó como “la incitación anti israelí”, asegurando que ha tenido también tinte antisemita.

Luego, Joram Cohen, jefe del servicio secreto israelí, el Shin Bet, dijo en abierta contracción al premier que a Abbas “no le interesa el terrorismo y no está incitando a la violencia, ni tampoco bajo mano, aunque una parte de la opinión pública entienda así sus declaraciones”.

El analista Amos Harel del matutino Haaretz, estima que la elección de una sinagoga, o sea un sitio de oración, como blanco del ataque, confirma que se agudizan las características de lo que está sucediendo, como “conflicto religioso”.

Netanyahu por su parte, prometió “mano dura contra el terrorismo”.

En la sociedad israelí impactó en especial el hecho que el blanco elegido para este nuevo ataque, haya sido una sinagoga. Este fue el primer atentado de este tipo desde 2008, cuando un terrorista atacó a tiros a estudiantes de una yeshiva, un centro de estudios rabínicos, y mató a ocho personas.

España: Congreso aprueba reconocer Estado palestino. Los diputados españoles aprobaron ayer por abrumadora mayoría una proposición no de ley (no vinculante) a favor de reconocer a Palestina como Estado independiente, lo que convierte al Parlamento español en el tercero de Europa que se pronuncia en este sentido en las últimas semanas tras las votaciones de las cámaras legislativas de Reino Unido e Irlanda, informó ayer el diario El País. Con información de DPA