Por espionaje, ruedan cabezas en Colombia
REACCIÓN. El presidente colombiano Juan Manuel Santos, al presentar los resultados de la lucha contra el crimen en la sede de la Dirección de la Policía Nacional, en Bogotá. En su discurso, el mandatario exigió investigar "hasta el fondo" en el caso del presunto espionaje militar. (Foto: XINHUA )
BOGOTÁ (Agencias).— El gobierno colombiano relevó ayer de sus cargos a los principales jefes del servicio de inteligencia del ejército a raíz de la denuncia de una revista sobre el presunto espionaje contra varios personajes, entre ellos algunos de los negociadores del gobierno en el proceso de paz con la guerrilla de las FARC.
El anuncio fue hecho por el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, quien dijo que saldrán de sus cargos los generales Mauricio Ricardo Zúñiga y Jorge Andrés Zuluaga, director de Inteligencia y jefe de la Central de Inteligencia Técnica del ejército, respectivamente.
Pinzón compareció ante la prensa tras conversar con el fiscal general, Eduardo Montealegre, sobre los primeros resultados de la investigación, pocas horas después de que el presidente Juan Manuel Santos dijera que se debe llegar “hasta el fondo” del asunto.
Según la revista Semana, el espionaje empezó en 2012, poco antes del anuncio del comienzo de las negociaciones, para lo cual los militares usaron como fachada un pequeño local que funcionaba a la vez como restaurante y centro de informática, en un sector céntrico de Bogotá. Los supuestos espías interceptaban correos electrónicos, bases de datos y comunicaciones por teléfono celular en programas de mensajería instantánea.
El reportaje de la revista, que consultó a 25 fuentes cuya identidad no descubrió, señala que entre los personajes espiados estuvieron el jefe negociador y ex vicepresidente Humberto de la Calle; el alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, y el director de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), Alejandro Éder.
El espionaje también afectó a dirigentes izquierdistas que no participan en el proceso de paz y que ya antes habían sido objeto de interceptaciones ilegales de comunicaciones, como la ex senadora Piedad Córdoba y el congresista Iván Cepeda, según la fuente.
El diario El Tiempo indicó que la Fiscalía y la Policía también fueron víctimas de las interceptaciones del ejército.
Pinzón señaló que, siguiendo las instrucciones del presidente, se procedió a abrir una investigación disciplinaria por parte de la Inspección General del Ejército, cuyos primeros resultados se conocerán la próxima semana, al tiempo que la justicia penal militar también comenzará un proceso. Cinco personas han sido interrogadas y del local desde el que se espiaba fueron incautados 26 computadores.
En 2009, estalló en Colombia un escándalo por las escuchas del desarticulado Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), del que hoy quedan grandes interrogantes. El gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe negó estar detrás del espionaje.
Sobre el caso actual, Uribe exigió al gobierno “decir la verdad”.