Papa pide a ONU impulsar justicia
ENCUENTRO. El papa Francisco saluda al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en el Vaticano. (Foto: REUTERS )
CIUDAD DEL VATICANO.— Sin referirse al hecho de que en dos comités de las Naciones Unidas en Ginebra el Vaticano sigue en el banquillo de los acusados por haber encubierto a sacerdotes pederastas, el papa Francisco encontró en la sede pontificia a Ban Ki-Moon, secretario general del máximo organismo internacional, así como a los miembros del Consejo Ejecutivo para la Coordinación de la ONU.
Durante el encuentro, Ban Ki-moon invitó al papa Francisco a visitar la sede central de la ONU en Nueva York, para hablar de su empeño en favor de los pobres, pero también lo puso al tanto sobre la situación de los conflictos internacionales, Siria y Ucrania en particular, y de la situación del cambio climático.
Sin aludir las imputaciones que pesan contra el Vaticano en los comités de Protección de los Menores y contra la Tortura, el Papa agradeció a Ban Ki-moon y a la delegación de la ONU “el gran esfuerzo que realizan en favor de la paz mundial, del respeto a la dignidad de la persona humana, especialmente de los más pobres, y de un desarrollo económico y social armonioso”.
Más adelante, luego de pedir “una movilización ética mundial”, el Papa también subrayó a los representantes de la ONU la necesidad de “desafiar todas las formas de injusticia, oponiéndose a la economía de la exclusión y a las culturas del despilfarro y de la muerte, que pueden —dijo— convertirse en una mentalidad aceptada pasivamente”.
Francisco también instó a los “operadores políticos y económicos” ha tomar decisiones “generosas y valientes que den resultados inmediatos” en la lucha contra la pobreza, porque un “progreso económico y social justo sólo puede obtenerse con capacidades científicas y técnicas solidarias y disinteresadas a todos los niveles”.
A este progreso, dijo el Papa al concluir, pueden contribuir las acciones internacionales encaminadas a mejorar desarrollo integral de la persona humana, pero también una “legítima distribución de los beneficios económicos, por parte del Estado, y la indispensable colaboración de la iniciativa privada y de la sociedad civil”.
“El hecho de que este segundo encuentro del Papa con Ban Ki-moon se dé en un momento en el que en algunos foros de la ONU existan planteamientos muy críticos sobre posiciones de la Santa Sede, demuestra el espíritu de diálogo y acercamiento, ajeno completamente a los caminos de la tensión o el conflicto, que existe en las relaciones entre la ONU y la Santa Sede”, comentó Mariano Palacios Alcocer, embajador de México ante la sede apostólica.
Este diálogo, para el diplomático, traerá buenos resultados no sólo porque “hoy el Papa pudo defender aspectos de su agenda no negociable, sino también porque recibió una invitación para presentarse ante la Asamblea General de la ONU, aspectos que estimulan una colaboración fructífera y un diálogo constructivo”.