Tel Aviv.— Una mujer y un soldado israelí murieron ayer acuchillados por palestinos en dos ataques distintos, en el sur de Cisjordania y en Israel.

La mujer, de 26 años, murió cuando el atacante, un palestino, bajó de un vehículo y la acuchilló junto con otros dos israelíes que se encontraban en una estación de una carretera en el sur de Cisjordania. Tras ello, un guardia de seguridad del asentamiento de Alon Schvut disparó e hirió al atacante.

La Jihad Islámica dijo en una declaración de prensa enviada por e-mail que el hombre que acuchilló a los tres israelíes era Maher el Hashlamon, un miembro de la organización.

Pocas horas antes, otro palestino había herido de gravedad a un soldado israelí de 20 años con un cuchillo en la estación de tren Hagana, situada en el sur de Tel Aviv. El soldado murió en el hospital a causa de las heridas sufridas el vientre.

La policía señaló que el asaltante es un palestino de 18 años de Naplusa, en el norte de Cisjordania, que se encontraba en el país sin permiso de residencia. Se sospecha que el ataque se debió a “motivos nacionalistas”, como se denomina a los ataques de milicianos en la jerga policial.

En Naplusa se aseguraba que el atacante era miembro de Hamas, pero la facción radical palestina no asumió la autoría del hecho. En un comunicado, Hamas sólo aseguró que los “actos de resistencia de la gente en Cisjordania o en Jerusalén Este son una reacción normal a los crímenes de Israel”.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el terror no conoce fronteras y añadió: “A aquellos que se manifiestan contra el Estado de Israel y a favor de un Estado palestino simplemente les digo: vayan allí, a la Autoridad Palestina o a Gaza”.

Estados Unidos y la Unión Europea condenaron los ataques y la muerte de los israelíes.

Las tensiones entre israelíes y palestinos están en aumento por la disputa sobre el acceso al complejo de Al-Aqsa en Jerusalén, que alberga el tercer lugar más sagrado del Islam y donde existieron templos judíos en tiempos bíblicos. Las protestas, con lanzamiento de piedras, comenzaron en ciudades árabes de Israel el fin de semana, cuando efectivos de la policía mataron a un joven árabe que los atacó. Agencias