Kabul.— Con una ceremonia simbólica, la OTAN marcó ayer el final de su misión de combate de 13 años en Afganistán: en el cuartel general en Kabul fue replegada la bandera de la tropa internacional Isaf y sustituida por la de la nueva operación de formación Resolute Support (Apoyo Decidido), para la que serán desplegados 12 mil militares extranjeros, en su mayoría de Estados Unidos, en principio durante dos años.

“Hoy marca el fin de una era y el comienzo de una nueva”, dijo el comandante de las tropas internacionales, el general estadounidense John Campbell.

Formalmente, el cambio de una fuerza a otra será efectivo el 1 de enero. “Todavía persisten muchos retos, y hay mucho trabajo que hacer. Las fuerzas de seguridad afganas continuarán necesitando nuestra ayuda conforme se vayan desarrollando”, afirmó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en un comunicado hecho público en Bruselas.

En estos 13 años murieron en Afganistán unos 3 mil 500 soldados de la Isaf en combates contra los talibanes o en atentados, lo que la convierte en la operación más larga y mortal en la que ha participado la OTAN.

El presidente estadounidense Barack Obama advirtió que los desafíos siguen en pie. “La guerra más extensa en la historia de EU está llegando a una conclusión responsable”, señaló. Los desafíos por delante estarán a cargo del pueblo afgano y sus fuerzas de seguridad, quienes “continúan haciendo” sacrificios para defender a su país, agregó el mandatario, para quien “Afganistán continúa siendo un lugar peligroso”. Obama asumió en 2009 con la promesa de poner freno a las guerras en Afganistán e Irak; logró reconocimiento por reducir el número de tropas en ambos países de 180 mil a 15 mil.

Los talibanes señalaron que incluso tras el fin de la misión de la OTAN van a seguir atacando a las tropas extranjeras. “Le aseguro a nuestro pueblo que sus muyahedines seguirán luchando contra los intrusos, aun cuando quede uno solo en nuestro país”, dijo el portavoz talibán Zabihullah Mudshahed.

El costo total de las guerras llevadas a cabo por EU tras los ataques terroristas que sufrió el 11 de septiembre de 2001 asciende a 1.6 billones de dólares, hasta 2014, según un cálculo elaborado por el Congreso y difundido este mes. En Afganistán y otras actividades contraterroristas se gastó 686 mmdd. Agencias