GINEBRA (Agencias).— La Comisión de Investigación de la ONU para Corea del Norte publicó ayer un extenso informe en el que constata masivas y sistemáticas violaciones de derechos humanos que alcanzan el nivel de crímenes contra la humanidad, y advirtió al líder norcoreano Kim Jong-un que se le podría exigir que rinda cuentas como autor intelectual de esos delitos.

El documento, producto de una investigación de un año a instancias del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, prueba que el país se estructura con un sistema de castas conocido como “songbun”, que otorga a sus ciudadanos un estatus en base a razones ideológicas y políticas.

La comisión habla de un “Estado totalitario” y asegura que entre los crímenes cometidos están la exterminación, esclavitud, tortura, violencia sexual o la persecución, así como la inanición, ejecuciones sumarias y desapariciones forzosas.

En el informe se incluye una carta del presidente de la Comisión, Michael Kirby, dirigida al líder norcoreano, Kim Jong-un, en la que le recuerda que como máximo responsable de todo el aparato del Estado debe asumir la responsabilidad de estos crímenes, de los que existen amplias evidencias para ser llevados ante un tribunal internacional. En rueda de prensa en Ginebra, Kirby señaló que muchos de estos crímenes “son increíblemente similares” a los cometidos durante el nazismo.

El informe de 372 páginas es una amplia acta de acusación a Corea del Norte que incluye campos de prisioneros políticos que alojan entre 80 mil y 100 mil personas, secuestros auspiciados por el Estado de ciudadanos coreanos, japoneses y de otras nacionalidades.

Los tres miembros de la comisión investigadora, —Kirby, la serbia Sonja Biserko y el indonesio Marzuki Darusman— dijeron que sus conclusiones se basan en los testimonios de 80 testigos realizados en audiencias públicas en Seúl, Tokio, Londres y Washington el año pasado y más de 240 entrevistas confidenciales con víctimas y otras personas.

El informe urge al Consejo de Seguridad a referir el caso a la Corte Penal Internacional, llevar a los responsables ante la justicia e imponer sanciones específicas contra aquellos que resulten responsables de crímenes contra la humanidad.

En ese sentido, Amnistía Internacional pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que presione a Corea del Norte para resolver esta situación. Marie Harf, portavoz adjunta del Departamento de Estado de EU, aseguró que el informe “aporta pruebas convincentes de masivas, sistemáticas y graves violaciones de los derechos humanos” en Corea del Norte. En un comunicado de dos páginas, Pyongyang dijo que el informe es un “instrumento de complot político”, producto de la politización de los derechos humanos por parte de la Unión Europea y Japón en alianza con la política hostil de EU”.