Obama pierde el respaldo de las mujeres
PRESIDENTE. Simpatizantes aplauden al presidente Obama en un acto de campaña en favor del candidato demócrata a gobernador Anthony Brown, en Marlboro, Maryland. Según las encuestas, cada vez menos mujeres respaldan al mandatario. (Foto: CLIFF OWEN / AP )
Washington.— En las elecciones legislativas de noviembre en Estados Unidos, como nunca como antes, las mujeres serán un factor clave. De hecho, podría incluso decirse que serán unas elecciones en las que la derrota y la victoria podrían decidirse por cuestiones de género.
Con una representación de 53% en el censo electoral, el sufragio femenino se ha convertido en campo de batalla para demócratas y republicanos. Y aunque el presidente Barack Obama ha sido el preferido de las mujeres, que lo llevaron a la victoria en 2008 y en 2012, en estas elecciones de medio término el sex appeal de Obama y los demócratas se encuentra de capa caída, según la mayoría de las encuestas.
A diferencia del 2012, cuando el voto de las mujeres demostró que Obama era el consentido de las féminas por un total de 11 puntos sobre el candidato republicano Mitt Romney, en esta ocasión el voto femenino no sólo es incierto, sino un quebradero de cabeza para los partidos. Según el más reciente sondeo realizado por la agencia Associated Press, 44% de las mujeres declara que prefiere que los republicanos aseguren el control del Congreso, mientras 42% desea que lo hagan los demócratas.
El dato no sería relevante si no fuera por el hecho de que, según las tendencias de las elecciones desde la década de los 70, las mujeres han votado en su mayoría por candidatos demócratas.
Detrás de esta tendencia ha estado la tradicional posición de este partido a favor de los derechos reproductivos de la mujer, un elemento que juega un papel crucial desde 1973, cuando la Suprema Corte emitió el histórico fallo Roe vs Wade a favor de que las mujeres, amparadas en su privacidad y sus derechos constitucionales, pudieran decidir la interrupción de un embarazo.
Frustración y Odio
Para entender el colapso del apoyo de las mujeres a Obama y los demócratas habría que ponderar dos factores que marcarán el resultado de las próximas elecciones de medio término: en primer lugar, la frustración entre los electores demócratas (mujeres incluidas) respecto de las promesas incumplidas de Obama y, por otro lado, el odio que sigue despertando el presidente entre la mayoría del electorado blanco y conservador.
En otras palabras, aunque Obama no está en las papeletas de estas elecciones legislativas, su presidencia será sometida a una suerte de plebiscito en donde el peso de la frustración de sus leales, sumado al odio de sus enemigos, se convertirán en una combinación formidable para los candidatos del Partido Republicano.
Para entender este fenómeno habría que remitirse a la última encuesta realizada por el Pew Research, según la cual, 53% de los demócratas que votaron por Obama en 2012, se ha encogido 38% en 2014. Al mismo tiempo, 56% de los republicanos que convirtieron su voto en las legislativas del 2010 en un rechazo frontal contra Obama ha escalado hasta alcanzar 61% en este 2014.
Es decir, que el odio y rechazo hacia Obama entre los conservadores jugará un papel clave en las elecciones de este 4 de noviembre.
En este contexto, el tradicional apoyo de las mujeres se ha difuminado. Sus votos, que hoy se desvanecen entre muestras de decepción y apatía permitirían salvar la cara a los candidatos del Partido Demócrata en estados como Colorado, Iowa, Alaska, Carolina del Norte y New Hampshire.
Por la reconquista
En un desesperado intento por evitar el derrumbamiento definitivo del voto femenino, la más firme aspirante demócrata a la presidencia, Hillary Clinton, se ha lanzado a la reconquista de las mujeres decepcionadas con Barack Obama.
“Ya sé que las legislativas no son tan glamorosas como las elecciones presidenciales. Pero estas elecciones de mitad de mandato son cruciales y las mujeres nos jugamos mucho”, aseguró Clinton en un reciente acto de campaña en esta capital.
“Las votantes tienen una opción en noviembre. Tendrán la posibilidad de elegir entre quienes defienden o quienes siguen bloqueando la equidad en los salarios; entre quienes favorecen o quienes intentaron detener la renovación de la Ley de Violencia contra la Mujer. O evitar la reelección de líderes que se han opuesto a que las mujeres y las niñas tengan las oportunidades y los derechos que se merecen”, sentenció Clinton en un intento por reactivar el adormilado o renuente voto de las mujeres entre la base demócrata.
Cuando sólo faltan dos semanas para las elecciones de medio término, no está claro si las apariciones de Hillary Clinton o de Michelle Obama conseguirán contener el desplome del voto femenino. La respuesta se conocerá la noche del 4 de noviembre, cuando Barack Obama y los demócratas sabrán si, acaso, las mujeres decidieron concederles una nueva oportunidad.