WASHINGTON.— En un acto lo más parecido en un sacrificio en el altar de las urnas, el presidente Barack Obama despidió ayer formalmente a su ex ministra de Salud, Kathleen Sebelius, para tratar de dejar atrás el calamitoso proceso de implementación de una ley de salud que, a pesar de haber alcanzado la cifra récord de más de siete y medio millones de afiliados esta misma semana, demandaba de un urgente recambio en el liderazgo del sector salud para soltar lastre y evitar un descalabro de los demócratas en las elecciones legislativas de medio término en noviembre próximo.

“Kathleen Sebelius pasará a la historia”, dijo generoso el presidente Obama al reconocer que, aunque hubo muchos problemas a la hora de implementar la última fase de la ley de salud, su secretaria se mantuvo inasequible al desaliento y consiguió reconducir los esfuerzos para alcanzar una cuota de más de 7 millones de suscriptores que se mantienen al alza. “Sí, es cierto que perdimos el primer trimestre del periodo de inscripción abierta por los problemas en la página de healthcare.gov”, reconoció Obama.

“Sin embargo, bajo el liderazgo de Kathleen, su equipo en HHS dobló la esquina, consiguió arreglar los problemas y el resultado final habla hoy por sí mismo”.

El generoso reconocimiento de Obama no fue suficiente, sin embargo, para salvar a Sebelius de la quema atizada desde las filas del Partido Republicano, convencidos de que sus ataques a la ley de salud se convertirían en su mejor apuesta para garantizar el éxito en las elecciones de medio término en noviembre próximo, cuando los demócratas podrían perder el control del Senado y, con ello, de todo el Congreso.

Pensando en eso, el presidente Obama decidió ayer sacrificar a una mujer que se había convertido en “la piñata” de los republicanos. Al mismo tiempo que anunciaba la partida de Sebelius de su gabinete, el presidente Obama confirmó la nominación de Sylvia Mathews Burwell como candidata a suceder a Sebelius. Mathews Burwell, hasta ayer directora de la Oficina del Manejo del Presupuesto (OMB), es una mujer que goza de los apoyos necesarios entre demócratas y republicanos para facilitar un expedito proceso de confirmación en el Senado.

La nueva candidata de Obama para encabezar la secretaria de Salud es una vieja conocida del clan de los Clinton, con quienes colaboró como directora adjunta de la Oficina para el Manejo del Presupuesto.

Nada más confirmarse la renuncia de Kathleen Sebelius, desde las filas del Partido Republicano anunciaron que el sacrificio de la secretaria de Salud será inútil, porque el problema no es Sebelius sino la ley de salud en sí.

“Sebelius ya podrá irse. Pero lo que no se irán son los problemas que sigue generando Obamacare (la ley de salud). Por eso no es Sebelius la que tendría que desaparecer del mapa, sino la ley de salud”, aseguró ayer el líder de la minoría republicana en el Senado.

Los Obama ganan menos en 2013

Obama, y su esposa Michelle publicaron ayer su declaración de impuestos de 2013, según la cual ingresaron un total de 503 mil 183 dólares, menos que el año anterior (2012), y pagaron 98 mil 169 dólares en impuestos, una cantidad mayor de la debida. Los Obama pagaron una tasa impositiva del 20.4%, ligeramente mayor a la que estaban obligados por ley, una práctica que han repetido en los últimos años. (Con información de agencias)