WASHINGTON.— El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aprovechó ayer el púlpito de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para proponer una política de cero tolerancia frente al extremismo religioso de organizaciones como el Estado Islámico (EI) o Al-Qaeda; para prometer que Estados Unidos no cejará en su empeño para extirpar “este cáncer de extremismo y muerte”, llamar a quienes se han unido al EI a “retirarse del campo de batalla mientras puedan” y para acusar de hipócritas a quienes aprovechan su riqueza para financiar o alentar a los grupos que han puesto al borde del abismo a países como Irak y Siria.

Ayer mismo, en una reunión presidida por Obama, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU aprobaron por unanimidad una resolución que exige a los países de todo el mundo que adapten sus legislaciones para perseguir y procesar a toda persona que trate de viajar al extranjero para unirse a grupos terroristas.

El texto, de carácter vinculante, llama a los países a “prevenir y reprimir” los reclutamientos y viajes de combatientes extremistas hacia zonas de conflicto en el exterior.

Antes, ante la Asamblea General de la ONU, el mandatario estadounidense dijo: “Con esta resolución llegan compromisos tangibles para que cada Estado asuma su responsabilidad de combatir el extremismo violento, para sacarlo de nuestras calles o nuestras escuelas”.

En un mensaje que le permitió redefinir el rol de Estados Unidos en Medio Oriente, Obama reconoció que el mundo se encuentra de nueva cuenta en un “cruce de caminos entre la paz y la guerra; entre la esperanza y el terror”.

“El único lenguaje que entienden asesinos como estos es el lenguaje de la fuerza. Así que Estados Unidos trabajará con una amplia coalición para desmantelar esta red de muerte”, dijo Obama, el mismo día en que una filial terrorista del Estado Islámico confirmaba desde Argelia la ejecución del ciudadano francés Herve Gourdel, por la decisión de Francia de participar en la campaña de bombardeos en Irak y Siria.

La información fue confirmada también por el gobierno galo. Estados Unidos calificó la ejecución como una “afrenta a la humanidad”, mientras el presidente francés, Francois Hollande, dijo que su país vive una prueba, pero que “no cederá al chantaje”. “La lucha (de Francia) contra el terrorismo, contra el EI, va a continuar y a amplificarse el tiempo que sea necesario”, insistió.

En su mensaje, Obama dejó claro que la campaña encabezada por Estados Unidos no puede considerarse como un “choque de civilizaciones” entre el cristianismo y el islamismo y reiteró, además, que su gobierno no piensa desplegar tropas en Irak o Siria.

“En última instancia, la tarea de rechazar el sectarismo y el extremismo es una misión que llevará generaciones y que corresponde asumir a los pueblos de Medio Oriente. Porque ningún poder externo podrá producir una transformación en la mente y los corazones de los ciudadanos en esa zona del planeta”, dijo Obama al reconocer los límites de una cruzada que Estados Unidos no podrá ganar sin el apoyo de las naciones árabes y la comunidad musulmana en todo el mundo.

El mensaje de Obama ante la ONU se produjo el mismo día que Estados Unidos cumplía con su segundo día de bombardeos contra objetivos militares del Estado Islámico en Irak y Siria. De acuerdo con funcionarios de EU, se atacó infraestructura petrolera siria en manos del Estado Islámico.

“El objetivo de los bombardeos, que se realizan hacia ambos lados de la frontera entre Irak y Siria, es degradar las capacidades militares del EI e impedirles su reagrupamiento”, aseguró el portavoz del Pentágono, el vicealmirante, John Kirby, en referencia a una serie de ataques que ayer conseguían romper el corredor de suministro militar del EI entre Irak y Siria.

A su turno, representantes de las principales naciones árabes reclamaron ante la Asamblea un proceder conjunto de la comunidad internacional en la batalla contra el terrorismo. “Todos nosotros debemos redoblar otra vez nuestros esfuerzos en la lucha contra este fenómeno”, manifestó el emir de Qatar, jeque Tamim Bin Hamad al Thani.

El presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi saludó la intervención internacional contra el EI y condenó el terrorismo diciendo que “no podemos permitir que el Islam sea ofendido y, con él, la fe y los nobles valores de mil 500 millones de musulmanes”.

Gaza, ébola y Ucrania

Sobre otros temas, Obama dijo que “la situación en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania —que sigue sirviendo de coartada al extremismo islámico— es insostenible”, por lo que llamó a israelíes y palestinos a no alejarse de los “esfuerzos de paz”. Al gobierno de Irán le pidió aprovechar la “oportunidad histórica” que han traído consigo las negociaciones para regular su programa nuclear, mientras arrima el hombro para evitar la escalada de una guerra regional más allá de Irak y Siria.

En torno al ébola, indicó que es necesario “un esfuerzo más amplio para detener una enfermedad que podría matar a cientos de miles, infligir horribles sufrimientos, desestabilizar economías y moverse rápidamente a través de las fronteras”.

Llamó a otros países a ayudar a las naciones afectadas por el brote con “compromisos concretos”.

Además, el presidente Obama aprovechó la oportunidad para acusar a Rusia de poner en riesgo el orden internacional pactado tras el fin de la Guerra Fría con su campaña anexionista en Ucrania y una actitud desafiante que no quedará sin respuesta de la comunidad internacional.