WASHINGTON.— El presidente estadounidense Barack Obama advirtió ayer que actuará con o sin el apoyo del Congreso para hacer frente a la crisis humanitaria de los niños que huyen de Centroamérica y advirtió que, ante el empeño de los republicanos de aprobar una de las iniciativas más “extremistas e impracticables” para resolver este problema, hará uso de su poder presidencial para vetarla.

“Nuestros esfuerzos hasta ahora han contribuido a frenar la marea de los niños migrantes que tratan de llegar a nuestro país. Pero sin recursos adicionales y la ayuda del Congreso, no vamos a tener los recursos que necesitamos para resolver totalmente el problema. Eso significa que mientras que (los legisladores) estén fuera de vacaciones, voy a tener que tomar algunas decisiones difíciles para hacer frente al desafío, con o sin la ayuda del Congreso”, advirtió Obama visiblemente exasperado ante la incapacidad del Congreso para aportar los 3 mil 700 millones de dólares que solicitó desde el 8 de julio.

El mensaje del presidente se produjo antes de que la Cámara Baja, controlada por la mayoría republicana, consiguiera sacar adelante una iniciativa que no se convertirá en ley a pesar de recabar la mayoría con un total de 223 votos a favor y 189 en contra.

La votación se realizó tras horas de intensas negociaciones entre el liderazgo republicano y la facción radical del Tea Party, que exigía como condición para apoyar el proyecto que otorga al gobierno solamente 694 millones de dólares, el envío de la Guardia Nacional y la modificación de la ley contra el tráfico de personas de 2008 (ley Wilberforce) que protege a los menores contra el tráfico de personas y procesos de expulsión exprés.

Los republicanos aprobaron además el proyecto que elimina los fondos para el Programa de Acción Diferida (DACA), como reclamaba el sector más radical, que se dejó azuzar por el senador por Texas, Ted Cruz.

El DACA ha beneficiado a casi 700 mil hijos de indocumentados que llegaron a EU antes de junio de 2007. El Senado de EU adelantó ya que bloqueará las iniciativas y advirtió sobre las graves consecuencias que éstas tendrán sobre el futuro del Partido Republicano entre la base electoral hispana.

El forcejeo republicano permitió ayer a Obama presentar a este partido como incapaz de resolver la crisis fronteriza. “Esto no es un desacuerdo mío con los republicanos de la Cámara Baja. Es un desacuerdo de los republicanos de la Cámara Baja con los republicanos de la Cámara Baja. Los republicanos ni siquiera intentan resolver el problema. Su iniciativa es un simple pronunciamiento que piensan hacer antes de irse de vacaciones” aseguró.

El mandatario enfatizó que la insuficiencia de fondos y el carácter extremo de la iniciativa de los republicanos no le dejará otra opción que vetarla y echar mano de una serie de órdenes ejecutivas o administrativas.

Criticó además a los republicanos por no poner fecha para la votación en la Cámara Baja de la reforma migratoria aprobada por el Senado en junio de 2013 y que hubiera resuelto, según el presidente, “algunos de los problemas que estamos ahora viendo en el valle de Río Grande (Bravo) con estos niños no acompañados”, 57 mil de los cuales han llegado a EU tan sólo desde octubre pasado.

En este contexto, el caucus hispano se pronunció ayer en contra de la iniciativa republicana y los intentos por modificar la ley Wilberforce de 2008, por considerar que ello comprometerá seriamente el derecho a un debido proceso de los menores de edad y, además, socavará los derechos obtenidos por casi 700 mil jóvenes hijos de indocumentados que se han beneficiado del DACA (2012).

“Durante semanas han dicho que estos niños que son mulas de los narcotraficantes, que traen consigo enfermedades... Se han empeñado en atizar el odio contra la comunidad inmigrante”, aseguró el congresista demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, aludiendo a la campaña lanzada desde cadenas de noticias como FOX News que acusa a los niños de haber contagiado a agentes de la patrulla fronteriza de tuberculosis.

“No vamos a ceder. No vamos a soportar la agresión contra los niños, ni contra los Dreamers, los vamos a defender a toda costa”, insistió.