Nueva York.— Miles de personas se congregaron ayer en una iglesia del condado de Queens en el velorio de Rafael Ramos, uno de los dos policías asesinados en Nueva York como una aparente represalia por la violencia policial contra afroestadounidenses.

Organizada en la iglesia Tabernáculo de Cristo, el velorio precede al funeral del cuerpo de Ramos, programado para hoy, y al que el vicepresidente estadounidense Joe Biden tiene planeado asistir. Medios de comunicación dijeron que los arreglos para el funeral del otro oficial ejecutado el sábado pasado, Wenjian Liu, aún no han sido finalizados.

El cofre con los restos fue cargado por varios policías uniformados desde el vehículo en el que llegó hasta dentro del templo, donde no se permitió el acceso a los periodistas.

A la iglesia entraron después civiles y policías, algunos con velas y flores, para velar el cuerpo del agente, de 40 años, padre de dos hijos y de una familia de origen puertorriqueño.

El pastor del templo, Rafael Castillo, en declaraciones a los periodistas antes de que comenzara el velatorio calificó a Ramos como un “buen marido y padre” y destacó la “gran fe” que tenía y que le llevó a participar en actividades regulares en esa iglesia.

“Amábamos cómo servía a la gente. Vamos a echarlo de menos”, agregó el pastor protestante.

El velorio sucede en medio de un clima de extrema tensión en Nueva York, luego de que el líder del sindicato de la policía, Patrick Lynch, culpara a las protestas contra la brutalidad policial organizadas en la ciudad de alentar la ejecución de los dos uniformados.

En tanto, cientos de manifestantes volvieron a salir a las calles el martes pasado con el fin de exigir justicia y un alto a la violencia policial contra afroamericanos, pese al llamado del alcalde Bill de Blasio de que las protestas se suspendieran hasta después de los funerales de los oficiales caídos.

Las manifestaciones fueron originadas por las muertes de Michael Brown, en Missouri, y de Eric Garner, en Nueva York, por policías blancos, y las decisiones posteriores de jurados de no presentar cargos contra los uniformados responsables de los decesos.

Bajo ese contexto, durante la semana se han multiplicado las amenazas de muerte, tanto contra uno de los líderes de las manifestaciones, el reverendo Al Sharpton, como contra policías de Nueva York. Hasta el momento, amenazas de muerte contra los uniformados han resultado en el arresto de al menos seis individuos, de acuerdo con la propia policía.

Para algunos oficiales, el clima de hostilidad contra la policía es también propiciado por la actitud del alcalde De Blasio, quien reveló que aconsejó a su hijo, de tez oscura, a tener cuidado especial en sus encuentros con la policía. Para algunos, esta actitud revela que el propio alcalde considera que la policía tiene prejuicios raciales en contra de las minorías. Por ello, varios uniformados dieron la espalda a De Blasio cuando éste acudió al hospital donde llevaron de urgencia a los oficiales cuando fueron ultimados.

El disgusto de la policía quedó confirmado este viernes cuando un avión sobrevoló Nueva York portando una manta donde se leía: “De Blasio, te hemos dado la espalda” .

Medios de comunicación informaron que el responsable de volar el avión expresó que los que financiaron el vuelo querían permanecer en el anonimato. El diario The Daily News reportó no obstante que el expolicía John Cardillo escribió en su blog que un “grupo grande y unido de policías en servicio y retirados” le pidió hacer una declaración en torno a la manta. En su opinión, el consejo de De Blasio a su hijo “alimentó las flamas que condujeron al desorden civil, y potencialmente a las muertes de los oficiales de policía Wenjian Liu y Rafael Ramos”. Agencias