Miles en Hong Kong desafían a China
DECIDIDOS. Manifestantes prodemocráticos permanecían anoche sentados en el distrito financiero de Hong Kong . (Foto: WONG MAYE-E AP )
HONG KONG (Agencias).— Decenas de miles de manifestantes prodemocráticos de Hong Kong permanecieron ayer en las calles a pesar de la represión policial del domingo y la madrugada del lunes —a bastonazos y con gases y lacrimógenos—, y ampliaron sus protestas más allá del distrito financiero a otras zonas de Hong Kong en reclamo de la elección libre del gobierno de la región, en la crisis política más grave desde la devolución de la ex colonia británica a China en 1997.
Los manifestantes impedían el paso en importantes avenidas en la zona financiera en la isla de Hong Kong y la península de Kowloon. El movimiento “Occupy Central” llamó a los habitantes a continuar con las protestas hasta que se cumplan sus demandas. “Éramos unos cientos, y entonces vimos a miles de personas bloqueando el tráfico en (la autopista) Harcourt Road para unirse a las protestas. Esto fue más allá de nuestra imaginación”, dijo el organizador de “Occupy Central”, Eddie Chung.
Los manifestantes exigen la renuncia del administrador de la ciudad, Leung Chun-Ying, y llamaron a los demás funcionarios a “estar del lado de la gente”.
“Hong Kong es el Hong Kong de China”, dijo de forma desafiante la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, en una conferencia de prensa en Beijing, a la vez que advirtió: “Esperamos que los países relevantes cuiden sus palabras y acciones, que no interfieran en los asuntos internos de Hong Kong y que no apoyen a ‘Occupy Central’ y otras actividades ilegales a través de ninguna medida”.
Ante este panorama, “Estados Unidos apoya el sufragio universal en Hong Kong de acuerdo a la ley fundamental y las aspiraciones del pueblo de Hong Kong”, dijo ayer el vocero de la Casa Blanca John Earnest.
El detonante de las protestas es una reforma electoral en la que China admite en 2017 la elección directa del gobernador, pero con candidatos elegidos por Beijing.
El gobierno chino también expresó su “completa confianza” en que el gobierno de Hong Kong logrará controlar la situación, al tiempo que bloqueó el acceso a Instagram en un intento de frenar la difusión de fotografías de las masivas protestas.
Medios chinos, como el diario Global Times, rechazaron comparaciones entre esta protesta y el movimiento democrático duramente reprimido en 1989. “China no es la misma nación que hace 25 años”, indicó el periódico. La ex colonia británica funciona como un territorio autónomo bajo la premisa de “un país, dos sistemas”.
En un discurso televisivo, el primer ministro de la metrópolis, Leung Chun-ying, llamó a los siete millones de habitantes a la calma y el orden. También desmintió rumores de que había pedido ayuda al Ejército Popular chino.
Ayer a lo largo de la jornada fue creciendo el número de manifestantes. Debido a que muchos de ellos portan paraguas para protegerse del gas lacrimógeno y el gas pimienta, pero también del sol, algunos llaman “revolución de los paraguas” al movimiento.
La policía anunció que retiraba a las fuerzas especiales antidisturbios, argumentando que los manifestantes se comportaban de manera pacífica. Hacia la noche, la presencia policial se vio fuertemente reducida y miles permanecían sentados en las calles.
Algunos negocios y restaurantes cerraron, pero por lo demás la actividad comercial no se vio interrumpida. La Bolsa de Hong Kong abrió con normalidad pero sufrió fuertes pérdidas porque los disturbios afectaron la confianza de los inversores.
Los estudiantes, cuyas protestas al final de una semana de huelga revivieron el movimiento, anunciaron que seguirán sin acudir a clases. En solidaridad, decenas de estudiantes y activistas ocuparon en Taipei, Taiwán, la entrada a la representación de Hong Kong en la isla.