Washington.— Con alegría, pero también con un nudo en la garganta. Algunos de los más importantes líderes históricos del movimiento migrante en Estados Unidos definieron así el ánimo con el que millones de indocumentados se sentaron ayer por la noche a la mesa para conmemorar el Día de Acción de Gracias.

Los activistas celebraron la suerte de casi 5 millones que se beneficiarán con las medidas de alivio administrativo del presidente Barack Obama —que se traducirán, en pocas palabras, en un blindaje para no ser deportados y tener un permiso de trabajo—, pero inquietos porque el plan seguirá manteniendo en las sombras a más de la mitad (unos 6 millones) de aquellos que siguen viviendo en la ilegalidad.

“Yo soy de esas familias donde ha habido alegría. Pero también tristeza. Es decir, un Día de Acción de Gracias con sentimientos encontrados. Pero lo más importante es que somos una familia migrante que sabemos entender que las alegrías de unos son las alegrías de los otros”, aseguró Ben Monterroso, líder de la organización Mi Familia Vota.

Muchos no están satisfechos con el alcance de las medidas temporales anunciadas por Obama. Particularmente el movimiento de los Dreamers, ese contingente de jóvenes indocumentados que llegaron de la mano de sus familias para convertirse en los verdaderos agentes de cambio en el frente migratorio y que hoy se rebelan contra una decisión presidencial que ha dejado fuera a sus padres.

Precisamente, en los últimos actos de Obama en Las Vegas y Chicago, los dreamers se han encargado de interrumpir en varias ocasiones al presidente para reclamarle esa situación.

“Entiendo la frustración de los dreamers. Pero esta es una lucha que ya lleva muchos años y que todavía no escribe su último capítulo. Y, en el fondo, los dreamers saben muy bien que ninguno de nosotros va a permitir que sus padres se queden fuera cuando el Congreso tenga el valor de realidad una reforma migratoria”, aseguró Juan José Gutiérrez, Coordinador de la Coalición Derechos Plenos para los Inmigrantes en Los Ángeles California.

Bajo la lógica de que las medidas anunciadas por el presidente Obama el pasado 20 de noviembre sólo son un primer paso hacia la legalización de los 11 millones que han permanecido en las sombras durante caso 30 años, los líderes del movimiento migrante piden un poco de paciencia.

“En este día de Acción de Gracias, muchas familias le van a dar gracias a Dios por los 5 millones que se verán beneficiados por las órdenes de alivio administrativo. Pero, también, muchas familias vamos a rezar y pedir a Dios que nos ayude y nos mantenga unidos para que los 6 millones que se han quedado fuera de estas medidas no queden en el olvido y, sobre todo, que las acciones anunciadas por el presidente dejen de tener un carácter temporal de sólo tres años”, aseguro Monterroso.

En un Día de Acción de Gracias, que representa la quintaesencia del movimiento migrante que forjó a EU desde su fundación, muchas familias de inmigrantes indocumentados se preparaban así para compartir la alegría, pero también la tristeza de aquellos que seguirán en las sombras.

“Todos estamos afectados por esta decisión. Para bien y para mal. El presidente ya hizo su parte. Ahora le toca a los republicanos hacer su parte si de verdad quieren que la comunidad hispana les considere políticos confiables y no como los enemigos que sólo buscan hacernos daño”, añadió Monterroso.

El Día de Acción de Gracias, un día dedicado al recogimiento familiar, con calles y avenidas desiertas y con comunidades enfrascadas en los preparativos de la cena, discurrió normalmente, con los maratones deportivos inaugurando la jornada matinal en distintas ciudades y el tradicional desfile de Macy’s en Manhattan. En el este de Estados Unidos, las nevadas complicaron la jornada, con al menos 56 vuelos cancelados y cortes eléctricos.

Obama adelantó su mensaje de fin de semana para reafirmar el carácter de una conmemoración en la que “damos la bienvenida a la contribución de todas las personas, sin importar su origen o color o creencias.

“Que consideran a Estados Unidos su hogar, y que enriquecen la vida de nuestra nación. Es un credo tan antigua como nuestra fundación: E pluribus unum; De muchos, somos uno”. Con información de Agencias