Los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras proclamaron que una resolución emitida ayer por la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la migración de menores de edad sin compañía convierte al fenómeno en un problema “universal” y no sólo del Triángulo Norte de Centroamérica. El acuerdo del organismo, adoptado por consenso, obliga a los países de tránsito y destino, como México y Estados Unidos, a proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes, sin importar su situación migratoria irregular.

La ONU reconoció “por primera vez” las profundas repercusiones humanitarias de la migración masiva irregular de menores de edad de los tres países sin compañía a Estados Unidos, vía México, dijo el canciller de El Salvador, Hugo Martínez.

“El espíritu de la resolución”, explicó, es abordar el fenómeno como “problema universal y no exclusivamente como una situación de los países del Triángulo Norte”.

Al crear un espacio de debate sobre la niñez y adolescencia migrante a nivel mundial, se impidió que “el tema se diluyese” con instrumentos jurídicos existentes sobre migración y derechos de la infancia, y poder enfrentarlo por separado o en “un contexto más amplio”, aclaró.

La resolución “Niños, niñas y adolescentes migrantes”, presentada por los tres países ante la ONU en Nueva York, contó con el copatrocinio de otros 40 Estados y respondió a los esfuerzos trilaterales para “garantizar” la protección de los menores que migran de forma irregular y sin acompañamiento.

Una masiva migración de salvadoreños, hondureños y guatemaltecos menores de edad no acompañados y sin documentos en regla, provocó este año una crisis en la frontera entre México y Estados Unidos.

Cifras de oficinas aduanales y fronterizas del gobierno estadounidense mostraron que de 68 mil 541 menores que ingresaron ilegalmente a EU del 1 de octubre de 2013 al 30 de septiembre de 2014, más de 50 mil son oriundos de El Salvador, Guatemala y Honduras. Según las cancillerías de los tres países, las naciones representadas en la ONU, al adoptar el texto, acogieron el compromiso de velar por el principio del interés superior del niño, para que guíe la legislación, las políticas y prácticas relacionadas con la niñez, independientemente de su situación, en particular en el contexto de la migración irregular.

La resolución exhortó a que los países de tránsito (México) o destino (Estados Unidos) de la migración de menores, faciliten “los protocolos de atención y protección consular necesarios” y cumplían con las disposiciones de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares. Los tres países han denunciado maltratos a sus ciudadanos al pasar por México y entrar a Estados Unidos.

El acuerdo, según la cancillería salvadoreña, pidió hacer “evaluaciones individualizadas” y sobre las necesidades de los menores, para que “quienes sean víctimas de la violencia puedan calificar para la condición de refugiado o de otras formas de protección”.