El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ofreció ayer “un diálogo de altura” a Estados Unidos, reconoció que “no existen puentes” de conversación con la oposición y aseguró que le pedirá al vicepresidente Jorge Arreaza que haga “gobiernos de calle con los ciudadanos que no están con la Revolución”, al tiempo que arreció su guerra con la prensa que cubre las protestas en el país.

Manifestantes tomaron de nueva cuenta las calles, en vísperas de la manifestación convocada para hoy por el opositor Movimiento de Unidad Democrática (MUD). Según dijo ayer la fiscalía, las protestas han dejado ocho muertos y 134 heridos hasta ahora.

“Convoco al canciller Elías Jaua para que vaya a un debate serio con (el secretario estadounidense de EU) John Kerry, y que haya una relación de respeto entre ambos países, para designar embajadores que inicien una nueva era en las relaciones”, sintetizó el mandatario en una conferencia de prensa con los corresponsales extranjeros destinados en Caracas. La semana pasada, el mandatario venezolano expulsó a tres funcionarios de la embajada de EU, acusados de financiar los violentos disturbios que azotan al país petrolero. EU aún evalúa la respuesta que dará.

Ayer mismo, Maduro decidió revocar el permiso de trabajo a la corresponsal de CNN en Caracas, Osmary Hernández, una medida que también afectó a la presentadora Patricia Janiot, quien salió en el primer vuelo de Caracas a Atlanta junto con su productora y dijo en un mensaje, a través de CNN, que ambas fueron “hostigadas” en el aeropuerto. También le fue revocado el permiso a Rafael Romo, de CNN Internacional, según la cadena.

En su discurso, Maduro pidió a CNN “equilibrio” y “rectificar” para seguir presente en la programación de los operadores de cable venezolanos. El miércoles, acusó a la cadena de hacer “propaganda de guerra” aprovechando lo que llama un “golpe de Estado” apoyado por EU.

El mandatario venezolano atacó también a “la derecha sudamericana” —refiriéndose a los gobiernos de Chile, Panamá y Colombia—. Aseguró que su país seguirá colaborando con Colombia en el proceso de paz con la guerrilla, aun cuando el presidente Juan Manuel Santos, dijo, “de manera insolente se mete en los asuntos internos de Venezuela, miente diciendo que aquí se persigue a los colombianos”.

Y mientras desde la madrugada Caracas se convirtió en un campo de batalla, con el movimiento estudiantil llamando a los venezolanos, a través de las redes sociales, a “llevar adelante las protestas para recuperar la libertad y la democracia”, Maduro dijo haber ordenado la detención de varios funcionarios del Servicio de Inteligencia Bolivariano (SEBIN) por el presunto “uso de armas” en las protestas.

La oposición reiteró la convocatoria a la marcha para hoy en el este de Caracas, mientras Maduro insiste con que “la guarimba (protesta) está ya controlada; ahora hay que dar con los responsables”. (Con información de agencias)