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Lucha por control del Senado de EU relega reforma migratoria

J. Jaime Hernández / Corresponsal| El Universal
Sábado 08 de febrero de 2014
Lucha por control del Senado de EU relega reforma migratoria

ALZA LA VOZ. José Antonio Machado, durante una protesta en Miami contra la deportación de indocumentados . (Foto: J PAT CARTER AP )


WASHINGTON.— La lucha por el control del Senado estadounidense en las elecciones de medio término en noviembre próximo se ha convertido en el más importante obstáculo para sacar adelante una reforma migratoria este año.

Tras un primer momento de dudas, el liderazgo del Partido Republicano ha considerado que el control del Congreso es, por ahora, más importante que sus posibilidades de recuperar la Casa Blanca en 2016, una misión que enfrentarán desde una posición de fuerza si se hacen con el control del poder legislativo. “Una vez que consigamos conquistar el Senado, podríamos entonces contemplar la posibilidad de negociar la reforma migratoria”, declaró el republicano por Idaho, Raúl Labrador, quien llegó a amenazar al líder de su bancada, John Boehner, con que perdería su puesto en la Cámara de Representantes en caso de seguir apoyando una reforma migratoria para este 2014.

En esta ofensiva, Labrador contó con la ayuda del líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien enfrenta unas complicadas elecciones primarias en Kentucky y, si gana, el abierto desafío de la candidata demócrata Alison Lundergan Grimes, actual secretaria de Estado de Kentucky y quien le lleva cuatro puntos de ventaja según las más recientes encuestas.

“Los republicanos del Tea Party consideran una estrategia suicida apoyar una reforma migratoria. Es demasiado arriesgar cuando pueden tener el control del Congreso”, consideró Juan José Gutiérrez, de la organización Latinos USA.

Tras el portazo dado por Boehner a un eventual proceso de negociaciones, la mirada de los republicanos ha vuelto al proceso electoral que —según sus cálculos—, podría devolverles el control del Senado que perdieron en 2007.

De los 50 escaños en el Senado, 36 estarán en juego en las elecciones del 4 de noviembre. Y de estos 36, los demócratas están obligados a defender 21 para evitar perder una mayoría que ataría de manos al presidente Barack Obama en sus últimos dos años de mandato.

Por regla general, durante unas elecciones legislativas en el segundo mandato, el partido en el poder pierde una cuota de 5 escaños. En esta ocasión, el horizonte para el partido demócrata se perfila muy complicado en los estados de Virginia, Montana y Dakota del Sur, donde sus representantes han anunciado su retiro.

Las encuestas tampoco acompañan a los demócratas en los estados de Alaska, Arkansas, Louisiana y Carolina del Norte, donde los republicanos han decidido concentrar todos recursos y atención con la esperanza de recuperar una mayoría que les permitiría retrotraer la agenda del cambio de Obama.

Activistas por una reforma migratoria han prometido que seguirán con su lucha. Es el caso de José Antonio Machado, cuya madre, Melba, fue deportada de EU en 2011. Él tenía 15 años y fue colocado en un hogar de crianza, en Miami.

Más de 100 mil padres de hijos estadounidenses han sido deportados desde 1998, según la Policía de Inmigración y Aduanas.

“Necesito a mi mamá”, explica José, hoy de 18 años. “Debería poder abrazarla como cualquier hijo”.

El nuevo secretario de Seguridad Nacional de EU, Jeh Johnson, afirmó ayer mismo que una reforma migratoria es necesaria también como una cuestión de seguridad nacional y pidió que no se use esta cuestión para lograr “ventajas políticas” partidistas.

Johnson adelantó además que su despacho ya comenzó a planificar cómo implementar la ley de reforma migratoria —aunque ésta dista de haber sido aprobada— y sostuvo que los legisladores deben abordarla como un problema a resolver, más que como una discusión política. “No tengo una bola de cristal, pero creo que será aprobada, asumo que será aprobada, soy optimista, necesitamos prepararnos para ello y ya iniciamos ese proceso”.

A su vez, el embajador de México en EU, Eduardo Medina Mora, expresó su confianza en que se aprobará una reforma migratoria en aquel país, pero subrayó que el gobierno mexicano será un “cuidadoso y respetuoso observador” del proceso. (Con información de agencias)



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