WASHINGTON.— El Departamento de Justicia de Estados Unidos lanzó una intensa campaña para detectar a ciudadanos que simpatizan con el extremismo islámico y que podrían volverse contra su propio país.

El fiscal general, Eric Holder, se colocó al frente de un grupo que incluye a las agencias de inteligencia y a líderes religiosos de confesión musulmana para identificar a potenciales simpatizantes del Estado Islámico.

“Estamos creando un grupo para detectar a extremistas que quieran sumarse al EI en el extranjero”, dijo Holder en el inicio de una campaña que da la medida de la preocupación por el crecimiento al alza del terrorismo doméstico.

“Queremos trabajar con todas las comunidades para identificar las amenazas antes de que éstas surjan, para interrumpir terroristas de cosecha propia y para detener a los aspirantes a los extremistas violentos”, enfatizó Holder, al confirmar la realización de una cumbre en la Casa Blanca el próximo mes de octubre para formalizar la creación de un frente común contra el terrorismo doméstico.

Esta medida completa la estrategia de múltiples aristas que ha emprendido el presidente Barack Obama para tratar de contrarrestar la amenaza que plantean las fuerzas del Estado Islámico dentro y fuera de Estados Unidos.

En este sentido, el presidente redoblaba ayer sus contactos con los líderes del Congreso para recabar los apoyos y un eventual voto a favor de una estrategia que irá más allá de Irak para incursionar en Siria, con bombardeos selectivos y operaciones encubiertas que buscarán robustecer a las fuerzas del ejército de liberación de Siria, una creación de la administración Obama para desalojar del poder al presidente sirio Bashar al-Assad y, ahora, para tratar de contener a los ejércitos del Estado Islámico.

“Hemos visto las declaraciones públicas de los demócratas y republicanos que, desde la Cámara y el Senado, indican que apoyan a la administración para garantizar nuestra asistencia a la oposición siria para la capacitación militar y el equipamiento”, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.