NEWPORT, Gran Bretaña (Agencias).— La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) demandó ayer que Moscú retire sus tropas de Ucrania, aunque dejó en claro en una cumbre en Gales que no utilizaría la fuerza para defender a la república ex soviética, que no es un miembro de la OTAN, pero planearon sanciones económicas más duras contra Rusia.

La reunión de dos días estuvo marcada por el más serio enfrentamiento entre Occidente y Rusia desde la caída del Muro de Berlín hace 25 años y el colapso de la Unión Soviética, así como también por la alarma provocada por el avance territorial de islamistas insurgentes en Irak y Siria.

Coincidiendo con el inicio de la cumbre de la OTAN, Obama y el primer ministro británico, David Cameron, anfitrión de la cumbre atlántica, demostraron su determinación incondicional en la lucha contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI). “Si los terroristas piensan que nos debilitarán con sus amenazas, no pueden estar más equivocados. Países como Reino Unido y Estados Unidos no se dejan intimidar por asesinos bárbaros”, escribieron ambos líderes en un comentario conjunto para el diario The Times.

Obama y Cameron advirtieron al resto de naciones occidentales sobre la amenaza que supone el EI no sólo en Siria y en Irak, sino también para la seguridad de esos países. Los dos líderes llamaron además a sus socios a aumentar sus contribuciones financieras y gastar el 2% del producto interno bruto (PIB) en defensa. Sólo cuatro de los 28 miembros lo hacen actualmente, señalaron. Mientras, el Kremlin habló de un cese del fuego inminente en la revuelta de cinco meses de los separatistas prorrusos. “Instamos a Rusia a poner fin a su anexión ilegal y unilateral de Crimea”, dijo el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.

El secretario general de la organización defensiva occidental anunció que los aliados asistirán a Ucrania con 15 millones de euros en sus reformas militares, al tiempo que alzó el tono contra Moscú por no contribuir a rebajar las tensión en esa región. Los aliados esperan acordar hoy la puesta en marcha de una fuerza de acción “rápida” para ser desplegada a corto plazo, no más de cuatro días. Aunque la composición de esta fuerza aún no ha sido revelada, se estima que estará conformada por unos cuatro mil efectivos.

“Rusia no ha dado un solo paso para hacer la paz posible, sólo ha contribuido a profundizar el conflicto”, dijo Rasmussen durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, al término de la reunión de la Comisión OTAN-Ucrania, celebrada durante la primera jornada de la cumbre aliada en Gales.

Poroshenko agradeció en particular el “apoyo, unidad y solidaridad con Ucrania” que ha demostrado EU y alertó de que su país vive “momentos muy difíciles” para defender la “democracia y la libertad”, así como “la integridad territorial del país”.

“Condenamos con firmeza las repetidas violaciones de Rusia a la ley internacional”, dijo Rasmussen, al tiempo que pidió de nuevo al presidente ruso, Vladimir Putin, “retirar a sus miles de tropas desplegadas en las regiones fronterizas, dejar de apoyar a los separatistas y revertir su ilegal e ilegítima autoproclamación de anexión de Crimea, que no reconocemos”.

El secretario general aliado subrayó que “es la primera vez desde que acabó la Segunda Guerra Mundial que un país en Europa se ha anexionado otro territorio por la fuerza. Europa no acepta pasar del imperio de la ley al imperio del más fuerte”.

Poroshenko, por su parte, se mostró “moderadamente optimista” ante la reunión del Grupo de contacto (OSCE, Rusia y Ucrania) que tendrá lugar hoy en Minsk y cuya celebración podría hacer posible la declaración de un alto el fuego a partir de las 11:00 GMT de ese día por parte de los dos bandos. Rasmussen también dijo que la OTAN consideraría seriamente un pedido de ayuda por parte de Irak en su lucha contra el EI.

La cumbre de dos días está centrada, además de Ucrania y el EI, en la situación de Afganistán, donde sus fuerzas se hallan desplegadas. Al encuentro, vigilado por más de 9 mil policías, asisten 28 jefes de Estado y gobierno de los países miembro de la OTAN y de otras 33 naciones. “Creo que la comunidad internacional entera tiene la obligación de frenar el avance del Estado Islámico”, dijo Rasmussen.

En tanto, un confidente del líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, murió en un ataque aéreo en el norte de Irak, según informa la web de noticias “Shafaaq News” citando al Ministerio de Defensa iraquí. El hombre, con el nombre de guerra Abdu Hayir al Suri, habría muerto en Mosul a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad. En el ataque murieron unos 50 combatientes del EI, agrega.