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La estrecha relación con Latinoamérica

José Vales Corresponsal en Sudamérica| El Universal
Martes 03 de junio de 2014
La estrecha relacin con Latinoamrica

ENCUENTRO. El rey Juan Carlos y el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en una imagen de 2009, en Madrid. (Foto: PAUL WHITE APL )

El rey ha visitado la región más de 80 veces desde 1976

Como Cristóbal Colón, el rey Juan Carlos de Borbón, ingreso a América Latina por República Dominicana. Fue en 1976, en un momento histórico, como todo lo que hacía el monarca en sus primeros años de reinado, tras la muerte del dictador Francisco Franco. Desde entonces y hasta ayer que abdicó a favor de su hijo, el príncipe de Asturias (Felipe VI), el rey realizó 80 viajes a la región con la que mantuvo una relación febril, estrecha y permanente.

En los primeros viajes su presencia y la de la reina Sofía, generaba fervor en cada uno de los países que visitaban. Después, los latinoamericanos se fueron acostumbrando a sus llegadas y sus permanentes guiños hacia sus ciudadanos.

Lo que más recuerdan los latinoamericanos del rey Juan Carlos fue aquel “Por qué no te callas” que le espetó al entonces presidente venezolano Hugo Chávez, durante la cumbre Iberoamericana de Chile, en 2007.

Menos rimbombante, pero más efectivo, fue su papel y el de los presidentes de Colombia, César Gaviria, y de México, Carlos Salinas de Gortari, en la V Cumbre que tuvo lugar en Cartagena de Indias. En la primera jornada, el cubano Fidel Castro, de asistencia perfecta a ese tipo de eventos mientras estuvo en el cargo, salió a responderle al boliviano, Gonzalo Sánchez de Lozada, quien había cuestionado la falta de democracia en Cuba.

Fidel amagó con levantarse de su butaca y el temor de que abandonara la cumbre llevó al monarca, durante la cena en la Casa de Huéspedes de esa ciudad fortificada, a “armar” una comisión con Gaviria, Salinas y y Felipe González, a fin de convencer y tranquilizar a Fidel, quien terminó prometiendo un cierre de cumbre en paz.

Las Cumbres Iberoamericanas, que tuvieron su debut en Guadalajara, México, en 1991, fueron una idea pura y exclusiva del rey, que terminó abrazando con ahínco el Congreso de la Lengua. Llegó a participar en el de Zacatecas (México,1997), en el de Valladolid (2001) y en el de Rosario (Argentina, 2004).

Fue un hacedor permanente de contactos a favor de las empresas españolas en la región y gozó de una popularidad por momentos mayor que la de muchos mandatarios locales. Su estilo llano y transparente en el contacto con los demás no hacía distinciones.

En este momento en que deja la corona aparecen anécdotas a borbotones, como una vez en el palacio de Bellas Artes de Madrid, en septiembre de 2001, cuando faltaban días para participar de la Cumbre de Cuzco (Perú) y, preocupado por la altura de la ciudad, le preguntó a un periodista cómo hacer para que no le faltara el aire. “Una siesta para empezar, poca comida y mucho té de coca...”, fue la respuesta. Inquieto, el rey preguntó sorprendido: “Y entonces, ¿no podré probar el pisco…?”.



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