Kurdos toman el control de ciudad petrolera iraquí
BAGDAD. Iraquíes se manifiestan contra el grupo terrorista ISIS. (Foto: KARIM KADIM /AP )
BAGDAD (Agencias).— Kurdos iraquíes tomaron ayer el control de la ciudad petrolera de Kirkuk, después de que las fuerzas del gobierno abandonaron sus puestos ante el avance abrumador de los rebeldes sunitas hacia Bagdad, lo que amenaza el futuro de Irak como un Estado unificado.
Combatientes peshmerga, las fuerzas de seguridad del norte autónomo kurdo de Irak, tomaron bases en Kirkuk abandonadas por el ejército, dijo un portavoz de los rebeldes. “Todo Kirkuk ha caído en manos de los peshmerga”, dijo Jabbar Yawar. “No hay restos del ejército en Kirkuk ahora”, agregó.
Los kurdos han soñado durante mucho tiempo con tomar Kirkuk y sus enormes reservas petroleras. Ven a la ciudad, justo afuera de su región autónoma, como su capital histórica, aunque unidades peshmerga ya estaban presentes en un balance incómodo con las fuerzas del gobierno.
El cambio de actitud de sus fuerzas de seguridad, altamente organizadas, hacia tomar un control total demuestra cómo el repentino avance de esta semana de combatientes del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), ha redibujado el mapa del país.
Desde el martes, combatientes de ISIS han tomado la segunda ciudad de Irak, Mosul, y Tikrit, donde nació el ex dictador Saddam Hussein, así como otras ciudades y pueblos ubicados al norte de Bagdad.
El jueves continuaron su avance hacia poblados situados a una hora en auto de la capital, mientras la parálisis política impidió ayer al Parlamento decretar el estado de emergencia y Estados Unidos advirtió que mantiene todas las opciones sobre la mesa para contener a la insurgencia iraquí.
En la ciudad de Tikrit, ubicada a 160 kilómetros al norte de la capital, aviones militares bombardearon posiciones de los insurgentes sunitas, como los palacios que han ocupado y que pertenecieron Saddam.
Los ataques aéreos también tuvieron por objetivo puntos de la provincia septentrional de Nínive como su capital, Mosul, tomada por los yihadistas, apoyados por combatientes sunitas y tribales.
En este marco, The Wall Street Journal indicó que Irán desplegó en Irak unidades de su Guardia Revolucionaria para contrarrestar a los yihadistas del ISIS, y de momento han ayudado a Bagdad a recuperar el control de la ciudad de Tikrit, con dos batallones de las llamadas fuerzas Quds.
El ISIS ya impuso restricciones en Mosul como la prohibición de fumar, siguiendo su interpretación fundamentalista de la ley islámica.
Una fuente del Ministerio del Interior apuntó que las fuerzas militares intentan recomponerse con ayuda de los voluntarios y han entrado en la localidad de Samarra, que también se disputan las partes en conflicto.
En un audio difundido en foros yihadistas, el portavoz del ISIS, Abu Mohamed al Adnani, instó a llegar a Bagdad, que será “la capital del califato islámico” que quieren instaurar en Irak y Siria. Además, amenazó con “ajustar cuentas” con el primer ministro, el chiita Nuri al-Maliki, en las ciudades meridionales de Kerbala y Nayaf, donde se encuentran los principales santuarios chiitas.
Pese a este rápido aumento de la violencia, que ha motivado el desplazamiento 500 mil personas, el Parlamento iraquí fue incapaz de alcanzar el quórum necesario para celebrar la reunión convocada para debatir el estado de emergencia, que Al-Maliki solicitó el martes tras la toma de Mosul.
El presidente estadounidense Barack Obama dijo ayer que no contempla el envío de tropas a Irak ni modificar los planes de retiro de Afganistán. Ayer, el líder de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, acusó a Obama de “tomar una siesta” mientras crecía la amenaza extremista en Irak.
El senador John McCain exigió a Obama despedir a sus asesores de seguridad nacional por su incapacidad para advertirle sobre la crisis iraquí. (Con información de J. Jaime Hernández/Corresponsal)