BUENOS AIRES.— Amado Boudou se convirtió ayer en el primer vicepresidente de la historia argentina en ser imputado en una causa por presunta corrupción, por lo que deberá declarar ante un juez el próximo 15 de julio.

El juez Ariel Lijo lo interrogará con base en las evidencias que logró reunir a lo largo de más de un año de investigación, justo el día que le tocará asumir la presidencia en reemplazo de Cristina Kirchner quien viajará a Brasil a la cumbre de los BRIC.

La justicia reunió evidencias suficientes de que Boudou y su socio, José María Núñez Carmona, junto al presidente de The Old Fund, Alejandro Vabdenbroele, buscaron quedarse con la empresa Cicconne Calcográfica, desde donde se producirían los billetes de 100 pesos para el Banco Central.

A decir del magistrado, el interés de todos ellos en la empresa era el de “contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y de la documentación oficial”.

En lo que aparece como el párrafo más fuerte del dictamen judicial, el juez sostuvo que “Boudou, aprovechando su condición de funcionario público, y Núñez Carmona, habrían acordado con Nicolás y Héctor Ciccone, y Guillermo Reinwick, la cesión del 70% de la empresa Ciccone Calcográfica a cambio de la realización de los actos necesarios para que la firma pudiera volver a operar y contratar con la Administración Pública”.

“Amado Boudou habría tenido injerencia, de forma directa, presenciando las reuniones para la adquisición, y, junto a Resnick Brenner —jefe de asesores de la AFIP— en el trámite de un plan de pagos ilegal en AFIP”, acotó el magistrado.

Desde el kirchnerismo, la presidenta Cristina Kirchner buscó siempre mecanismos de defensa para su vicepresidente al que le pidió semanas atrás “salí y defendete…”

La situación de Boudou comenzó a deteriorarse desde hace un año con las denuncias y las pruebas que fueron surgiendo en su contra. Al conocerse la decisión judicial, la oposición pidió la separación de su cargo “para que pueda enfrentar a la Justicia y defenderse”, según el senador radical Ernesto Sanz. Pero Boudou ya advirtió que no piensa dar un paso al costado o acogerse a una licencia para enfrentar la andanada judicial que se le viene en contra.