Juan Carlos se va entre aplausos
ABRAZO. El amor filial en la sucesión de la Corona española, ayer. (Foto: JUAN MEDINAREUTERS )
MADRID (Agencias).— Fue su último día como rey de España. Y su última acción en calidad de tal fue firmar la ley que puso fin a sus 39 años de reinado y convirtió a su hijo Felipe en el nuevo monarca.
No hubo discursos, pero sí momentos muy emotivos, como cuando Juan Carlos y su hijo, el desde hoy rey Felipe VI, se fundieron en un abrazo en el Salón de Columnas del Palacio Real, tras la firma de la abdicación. O cuando, simbolizando el traspaso de la Corona, Juan Carlos cedió a su hijo la silla elevada que ocupaba.
Otro se produjo cuando Doña Sofía besó a Juan Carlos, y cuando los cerca de 170 invitados al evento, incluyendo el gobierno en pleno, con el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, a la cabeza, y los antecesores vivos de éste: los socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y el conservador José María Aznar, recibieron y despidieron a los reyes con un largo aplauso.
También fue la última vez que don Juan Carlos escuchó los 21 cañonazos, o salvas, que le correspondían como rey. El acto de ayer no estuvo exento de incidentes. El rey saliente, de 76 años, sufrió un pequeño desequilibrio que le hizo caer sobre su silla. Juan Carlos daba un beso a su nieta Leonor, la nueva heredera del trono, cuando perdió el equilibrio y cayó hacia atrás, justo donde estaba situado el asiento. Después se incorporó ayudado por Felipe y dio otro beso a Sofía, la hija menor de los nuevos reyes.
El rey Juan Carlos, operado de ambas caderas en los últimos dos años, entró en el Salón de Columnas del Palacio Real sin bastón, a pesar de los problemas de movilidad que sufre. En la última parte del acto, tras firmar la ley de su renuncia al trono, sí hizo uso del apoyo para salir de la sala.
En agosto de 2012, el monarca tropezó con un escalón en un acto militar y cayó al suelo de bruces. Según trascendió, el gobernante Partido Popular (PP) presentará mañana una ley en trámite en el Congreso para acelerar al máximo el proceso para proteger a don Juan Carlos con un fuero penal y civil que abarque su vida privada.