NUEVA YORK (Agencias).— El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, afirmó ayer que el gobierno detendrá la oleada de niños indocumentados que llegan solos al sur del país y que las autoridades toman medidas para acelerar la deportación de migrantes. Precisó que la frontera estadounidense “no está abierta a la migración ilegal”.

“Vamos a frenar esta ola”, expresó Johnson en reiteradas ocasiones durante una entrevista transmitida ayer por la cadena NBC, al ser cuestionado sobre el alza en la cifra de niños migrantes centroamericanos. Johnson explicó que para frenar el flujo migratorio de niños que viajan solos hacia EU —que durante el año fiscal 2014 podrían sumar 90 mil, de acuerdo con cálculos oficiales— el gobierno “está haciendo ahora mismo varias cosas”.

Afirmó que las deportaciones están acelerándose para los adultos que viajan con sus hijos sin documentos y que en este caso los tiempos se han reducido de 33 a cuatro días. Asimismo, destacó que el gobierno estadounidense redobla sus esfuerzos para desbaratar a los grupos que ofrecen pasar de contrabando a personas a EU y que trata de disuadir a individuos de que ingresen sin documentos al país.

“Nuestro mensaje para aquellos que llegan aquí ilegalmente: nuestra frontera no está abierta para la inmigración ilegal”, acotó Johnson.

Puntualizó, sin embargo, que para los niños el gobierno tendría “consideraciones especiales” basado en las leyes y en los valores del país, presumiblemente en referencia al derecho de un menor de solicitar asilo por razones humanitarias.

Johnson no confirmó si el presidente Barack Obama, que tiene un viaje previsto esta semana a Texas, visitará la frontera.

Entretanto, el gobernador republicano de Texas, Rick Perry, aseguró a la ABC que el alza en la migración indocumentada de Centroamérica hacia EU representa “una falla” de la diplomacia y del liderazgo del presidente Barack Obama.

Consideró que al gobierno de Obama “no le interesa particularmente” si la frontera está segura o si aumenta el flujo de inmigrantes indocumentados al país. “Tengo que creer que si (Obama) no responde de ninguna manera es inepto o tiene un motivo ulterior para funcionar”, dijo.

Mientras tanto, en una entrevista con CNN, el alcalde del condado de Murrieta, en California, Alan Long, donde la semana pasada un grupo de manifestantes impidió el paso de autobuses con mujeres y niños hacia centros para inmigrantes, calificó estas protestas como “legítimas”. Por su parte, el congresistas demócrata por Texas Henry Cuellar señaló en el mismo programa que las instalaciones de la Patrulla Fronteriza en la frontera texana están desbordadas y denunció el hacinamiento en el que viven los inmigrantes.

En cuanto a la posibilidad de la visita de Obama consideró que “sería bueno para él venir a la frontera, pero de nuevo, con todo respeto, creo que todavía está un paso por detrás. Ellos sabían lo que estaba sucediendo hace un año, el año pasado y, de nuevo, no están reaccionando lo suficientemente rápido”.

Desde octubre del 2013, más de 52 mil menores procedentes de Guatemala, El Salvador y Honduras y que viajaban sin compañía de adultos han sido detenidos.