JERUSALÉN.— Por décima vez en menos de un año, el secretario estadounidense de Estado John Kerry inició ayer una nueva ronda de conversaciones con Israel, hará hoy lo mismo en Ramalá con el lado palestino y mañana volverá a reunirse con el premier israelí Benjamin Netanyahu en Jerusalén.

“Mi función no es imponer nada a ninguna de las partes”, declaró en una aparición conjunta con Netanyahu en la oficina de éste. “Mi rol es facilitar a ambos lados las cosas para que puedan llegar a un acuerdo de paz, a un marco que haga posible este logro”.

Anoche, bastante después de finalizada la entrevista entre Kerry y Netanyhau, se reveló que los Servicios Generales de Seguridad lograron capturar a la célula terrorista que colocó la semana pasada una carga explosiva en un autobús de pasajeros en la ciudad de Bat Yam al sur de Tel Aviv. El premier israelí declaró que uno de los miembros de la célula era un policía palestino, presentándolo como “una nueva prueba de que la ANP (Autoridad Nacional Palestina) está involucrada en terrorismo” y exhortando al presidente palestino Mahmud Abbas “a que prepare al fin a su pueblo para la paz”.

“John, el pueblo de Israel y yo estamos dispuestos a logra una paz histórica”, dijo Netanyahu a Kerry, llamándolo por su nombre de pila. “Pero para ello es necesario un liderazgo palestino que esté igualmente dispuesto. Y eso no lo vemos”.

Kerry, quien busca lograr un acuerdo marco —una nueva “hoja de ruta”— que sirva para un acuerdo definitivo, señaló que “en las próximas semanas y meses, ambas partes deberán tomar difíciles decisiones para garantizar que la paz sea no solamente una posibilidad sino una realidad”, recalcó. “El tiempo se agota”, añadió.