ROMA.— La epidemia de ébola, que está fuera de control en varios países de África Occidental, desata preocupaciones y temores en Italia, adonde en estos meses de verano europeo llegan a las costas más inmigrantes que nunca desde el norte del continente negro.

Algunos migrantes traen enfermedades, como tuberculosis o sarna. Las dudas acerca de cuán grande es el peligro de que la epidemia de ébola alcance el sur de Europa y de si las autoridades hacen lo suficiente para detectar precozmente la enfermedad hicieron que en Italia se desencadenara una disputa política.

La ministra de Salud, Beatrice Lorenzin, parece totalmente convencida de estar preparada para el caso de una emergencia. “Desde el 21 de junio el Ministerio de Salud respalda a la Marina italiana a bordo del barco del programa Mare Nostrum e hizo exámenes médicos a 33 mil personas”, explicó Lorenzin.

En vista de la gran oleada de botes con refugiados, una y otra vez surgen los temores de que el programa de la Marina detecte demasiado tarde eventuales casos de ébola. “En una acción sin precedentes, hemos implementado un screening en el mar”, añadió la ministra.

A Sicilia o Calabria sólo llegan pocos migrantes procedentes de Sierra Leona, uno de los países afectados por la epidemia de ébola. Para los africanos del oeste del continente el camino a Europa pasa más bien por España que por Italia, que está más lejos.

Las personas que son rescatadas por la Marina o la Guardia Costera italiana proceden en su mayoría de Siria, Eritrea, Somalia o Paquistán.

Tras el brote de ébola se elevaron de inmediato los controles en los aeropuertos, sin hacer una gran publicidad.

Así, las autoridades de Salud se muestran seguras de mantener el virus alejado de Italia y, por lo tanto, de Europa.

Sin embargo, esto no evitó las polémicas y las noticias falsas en Italia. Los opositores a la ola de refugiados ven una oportunidad de exigir una vez más la suspensión del programa Mare Nostrum, porque consideran que estimula aún más la llegada de migrantes a Italia.

“Esa operación debe ser terminada de inmediato, porque no sólo es políticamente incorrecta, sino que además nos expone a un gran riesgo sanitario”, dijo el senador conservador Maurizio Gasparri, del partido Forza Italia de Silvio Berlusconi.

Y un sindicato de la policía acusó al gobierno de Matteo Renzi de callar y minimizar el riesgo.

Una y otra vez aparecen, sobre todo en Internet, informaciones falsas sobre casos de ébola entre refugiados.

La isla de Lampedusa demandó por ejemplo a un hombre de 26 años, a quien exige una indemnización de diez millones de euros. El hombre advirtió sobre casos de ébola en Lampedusa y causó perjuicios al turismo.

Italia asegura que esto no puede ocurrir.

El país, primera escala de los migrantes procedentes de África, implementó sistemas de cuarentena en el mar.