Ramalá/Tel Aviv.— El incendio, ayer, de una mezquita cerca de Ramalá, en Cisjordania, por judíos radicales, y el anuncio de 200 nuevas viviendas en el asentamiento judío de Ramot, en Jerusalén Oriental, echaron ayer más leña al fuego a la ya tensa situación en Medio Oriente.

Vecinos vieron el incendio cuando se dirigían a la mezquita para el rezo matutino, señala la agencia palestina de noticias Maan. Según añadieron, pudieron extinguir el fuego, pero dos plantas resultaron dañadas.

Imágenes de televisión mostraron las paredes internas ennegrecidas y libros de oración quemados. Los habitantes se enfrentaron a la policía israelí que llegó al lugar para inspeccionar los daños, informó el portavoz policial Mickey Rosenfeld, que señaló que los disturbios impidieron a las fuerzas de seguridad abrir una investigación.

La Jihad Islámica prometió vengar la presunta profanación.

Por otra parte, un comité de planificación de Jerusalén dio ayer su aprobación inicial a la construcción de 200 nuevas viviendas en el asentamiento de Ramot, en Jerusalén este, confirmó una portavoz del municipio, que señaló que se trata de un proyecto privado que no guarda relación con la política nacional y por ello no supone una provocación.

Los israelíes consideran Ramot un barrio judío de Jerusalén, al estar localizado dentro de las fronteras municipales trazadas por Israel. Pero los palestinos y la comunidad internacional lo consideran un asentamiento porque está construido en su mayoría al otro lado de la “línea verde” que separa Israel de Cisjordania.

Todo ello se produce en el marco de semanas de disturbios en los territorios palestinos y los enclaves árabes en Israel, así como de una serie de atentados contra israelíes.

Mientras, el presidente palestino, Mahmud Abbas, se reunió con el rey jordano Abdulá II en Ammán para debatir sobre las últimas tensiones y se reunirá hoy con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo su portavoz, Nabil Abu Rudeineh.

La portavoz del Departamento de Estado de EU, Marie Harf, dijo que Kerry debatirá también sobre la volátil situación de Jerusalén. Además, Abbas acusará ante Kerry a Israel de “cruzar una línea roja” con sus acciones en la mezquita de Al-Aqsa, dijo su portavoz. Agencias