Hallan reliquia de Juan Pablo II
Video. Una ampolleta que contiene una pequeña cantidad de sangre fue robada de un santuario de la región italiana de Los Abruzzos
ATAQUE. La tela con sangre era un fragmento de la sotana que Juan Pablo II vestía el 13 de mayo de 1981, cuando recibió un disparo durante un intento de asesinato (en la foto). (Foto: EFE )
CIUDAD DEL VATICANO (Agencias).— La policía italiana recuperó ayer el pedazo de tela con sangre del difunto Papa Juan Pablo II, un día después de hallar el relicario de oro y cristal robado de una iglesia que contenía la reliquia.
En una conferencia de prensa en L´Aquila, al este de Roma, la policía dijo que halló el pedazo de tela en el garaje de dos hombres que habían sido detenidos por robar el relicario la semana pasada. El obispo Giovanni D´Ercole dijo en la misma conferencia de prensa que juntó el relicario con la tela después de que la policía se los entregó.
A la tela recuperada le faltaban algunos filamentos y hebras de oro, dijo el funcionario. “Creo que Juan Pablo los perdonó. Creo que tenemos que hacer lo mismo”, declaró D´Ercole sobre los hombres, que la policía cree que son drogadictos.
El relicario y un crucifijo fueron robados de la aislada iglesia San Pietro della Ienca el fin de semana pasado. La tela con sangre era un fragmento de la sotana que Juan Pablo II vestía el 13 de mayo de 1981, cuando recibió un disparo durante un intento de asesinato.
Muchas iglesias católicas cuentan con reliquias de santos y otras figuras sagradas para ser veneradas por los fieles.
El difunto Papa, quien está previsto que sea declarado santo el 27 de abril, amaba las montañas en la región de los Abruzos porque le recordaban a las de su Polonia natal.
Durante los primeros años de su papado, se alejaba en secreto de las presiones del Vaticano para realizar excursiones y esquiar en el lugar.
En el 2011, el ex secretario de Juan Pablo II, el cardenal Stanislaw Dziwisz, actual arzobispo de Cracovia en Polonia, le entregó a la comunidad local el relicario como muestra del cariño que el Papa sentía por el área.