Grupos migrantes piden a Obama acciones, no palabras
CAPITOLIO. Obama (der.), tras el almuerzo anual Amigos de Irlanda en Washington. El presidente de EU comenzó ayer la revisión de la política de deportaciones. (Foto: KEVIN LAMARQUE REUTERS )
WASHINGTON.— El déficit de credibilidad del presidente estadounidense Barack Obama ante una comunidad inmigrante cansada de esperar una reforma migratoria, ha traído consigo inevitables consecuencias.
La primera es que, tras de el anuncio de que su gobierno buscará que las deportaciones “sean más humanas” —mientras demócratas y republicanos mantienen en el limbo a más de 11 millones de indocumentados—, un ejército de líderes y organizaciones en defensa de la comunidad migrante exigen acciones, antes que promesas. “La idea de deportaciones más humanas no es suficiente para evitar la separación de familias”, consideró ayer la red nacional PICO, que agrupa a cientos e organizaciones religiosas en más de 200 ciudades.
La segunda es que, ante la inacción del gobierno y el Congreso de Estados Unidos, una delegación de líderes históricos del movimiento migrante viajará este mes a Roma, para ser recibidos el próximo 26 de marzo por el papa Francisco, a quien solicitarán su mediación. “El Papa nos recibirá un día antes de que se reúna con el presidente Barack Obama en El Vaticano”, confirmó ayer Juan José Gutiérrez, quien forma parte de la delegación de 15 líderes que buscarán la intermediación del jefe de la Iglesia católica ante una crisis humanitaria que sigue sin resolverse.
El recelo y la resolución de distintas organizaciones para buscar apoyo más allá del Congreso y la Casa Blanca, obligaron al presidente Obama a anunciar la búsqueda de una fórmula que evite el maltrato innecesario de la comunidad migrante, en medio de una campaña de redadas y deportaciones que hoy roza los 2 millones de personas desde 2009. Las buenas intenciones de Obama se han topado, sin embargo, con el descreimiento de quienes consideran que el presidente ha agotado su crédito tras casi 6 años de promesas incumplidas.
“Luego de casi 6 años de espera, y después de haberlo premiado con nuestro voto en dos elecciones presidenciales, la verdad es que se ha logrado muy poco de Barack Obama”, criticó Juan José Gutiérrez, de la organización Latinos USA. “Declaraciones que tocan el problema de las deportaciones son bienvenidas. Pero necesitamos acciones. Que nos demuestre que está o no está con nosotros. Y la única forma de creer en él es que le ponga fin a las deportaciones y le dé certidumbre (mediante la expansión del programa de acción diferida) a millones de indocumentados que siguen en las sombras”, añadió Gutiérrez.
En medio de este debate, en el que el presidente comprueba que su crédito ante la comunidad hispana ha ido de más a menos, líderes del Congreso buscan señalar al verdadero culpable. Es decir, al liderazgo del Partido Republicano que se ha resistido a presentar una iniciativa de reforma migratoria desde la Cámara de Representantes.