CIUDAD DEL VATICANO.— Ante más de cien mil personas reunidas en la plaza de San Pedro con motivo de la celebración del Domingo de Ramos, con la cual inició la Semana Santa, el papa Francisco proclamó a Juan Pablo II patrono de la Jornada Mundial de la juventud (JMJ), instituida por el fallecido Pontífice en 1985 y cuya primera edición tuvo lugar en Roma, el 23 marzo 1986.

Con una cruz de madera de olivo elaborada por los reos de la cárcel de la ciudad italiana de San Remo, el Pontífice argentino hizo el anuncio oficial: “el próximo 27 de abril tendremos la enorme alegría de celebrar la canonización de este Papa, junto con la de Juan XXIII. Juan Pablo II fue el iniciador de las Jornadas Mundiales de la Juventud y de éstas se convertirá en el gran patrono”.

El Papa recordó que el 15 de agosto estará con los jóvenes de Asia, durante su viaje en Corea del Sur.

Al término de la celebración, jóvenes de Brasil entregaron a un grupo de polacos la cruz que simboliza la Jornada Mundial de la Juventud, que será en Cracovia en julio de 2016.

En este marco, el papa Francisco instó a los católicos a preguntarse si son traidores como Judas o si aman a Dios como José, en la misa del Domingo de Ramos-

Vestido con ornamentos rojos, el Pontífice salió de la basílica vaticana y se acercó, en su papamóvil, hasta el centro de la plaza, donde se encuentra el obelisco de Sixto V, 25 metros de alto.

Lo hizo, al son de cánticos religiosos y portando el báculo pastoral de madera de olivo. Miles de flores, palmas y ramas de olivos, traídos para la ocasión desde la región de Apulia (sureste de italia), adornaron la Plaza de San Pedro del Vaticano.

“La procesión festiva con ramos de olivo ha dado nombre a este domingo que abre la Semana Santa. La liturgia lo llama también ‘Domingo de Pasión’. Dos nombres que expresan los dos aspectos de hoy: la fiesta y la cruz que se perfila en el horizonte”, explicó el Pontífice.

Bergoglio cerró esta procesión portando en sus manos una palma, de dos metros de altura, trenzada con tres ramas que simbolizan la Santísima Trinidad, y que fue donada por San Remo. (Con información de EFE)